Manual de selvicultura del
El Castaño en Galicia
Índice
ÍNDICE

 

1. INTRODUCCIÓN

El castaño del país (Castanea sativa- Fam. Fagáceas) fue explotado durante siglos por su fruto, la castaña, que constituyó una fuente básica de alimento para la población del Norte Peninsular, hasta que su consumo fue siendo sustituido progresivamente por el del maíz y la patata, traídos de América. Antes de la época histórica el castaño ya estaba presente en estado silvestre a lo largo de la zona atlántica española, desde el nivel del mar hasta altitudes superiores a los 1000 metros, pero su domesticación y la difusión de su cultivo llegaron con la dominación romana y su fomento por los monjes a lo largo de la Edad Media.

En los últimos siglos, sin embargo, el área ocupada por el castaño ha sufrido una importante regresión, no sólo por el declive en el uso de la castaña como base de la dieta y el consiguiente abandono de los soutos, sino también por la aparición, en el siglo pasado de la enfermedad de la tinta , una enfermedad causada por un hongo que devastó grandes áreas de castaño, especialmente en zonas costeras, donde la incidencia de la enfermedad es más importante. La aparición en épocas recientes de una nueva enfermedad, el chancro, no ha hecho sino agravar la situación.

Afortunadamente, en las últimas décadas, la lucha contra estas enfermedades ha comenzado a dar sus frutos. Hoy en día disponemos de una extensa colección de clones de castaño híbrido (Castanea x hybrida) resistentes a la tinta, sobre los que se están llevando a cabo estudios de selección por la aptitud para producir madera o castaña de calidad, determinándose asimismo su capacidad de adaptación a diferentes condiciones estacionales. Por el momento, el uso de clones híbridos para la plantación se viene realizando de forma poco selectiva, con insuficientes garantías de éxito en cuanto a la obtención de un producto de calidad.

El castaño se encuentra en el medio natural en dos formas: domesticada y silvestre. En Galicia, el castaño ha sido domesticado desde antiguo mediante la selección y propagación de variedades con castañas de buena calidad, o que presentaban buenas características combinadas para la obtención de madera y fruto. El castañar domesticado (souto) es el que predomina en Galicia, aunque en las últimas décadas los soutos frutales se han ido abandonando en gran parte del territorio. El castaño silvestre aparece en Galicia principalmente como monte alto, en mezcla con carballos y abedules (fraga), siendo raramente la especie dominante de la masa. En Asturias domina, en cambio, el castaño silvestre en monte bajo.

El castaño es un árbol apreciado desde antiguo, conservándose todavía ejemplares milenarios como éste de más de 5 m de diámetro en San Román de Sanabria (Zamora).

Debido principalmente a la domesticación, la imagen tradicional del castaño en Galicia ha sido más la de árbol frutal que la de árbol forestal. A esto se une el que los árboles se encuentran en parcelas de reducido tamaño, por lo que la introducción de la madera de castaño en el mercado ha quedado hasta ahora limitada a los usos familiares.

Durante las últimas décadas se ha producido un incremento de las poblaciones de castaño por regeneración natural, como consecuencia de la disminución del pastoreo, las rozas y el abandono de tierras agrarias, especialmente en zonas de clima atlántico, y gracias a las subvenciones a la forestación que concede la Xunta de Galicia con fondos de la Unión Europea, que han provocado el aumento de las plantaciones de castaño dedicadas a la obtención de madera o fruto.

El castaño ofrece otros muchos atractivos a los propietarios además de su fruto, cada vez más apreciado y valorado en el campo de la alimentación humana. Por ejemplo, su madera, de gran calidad, puede alcanzar altos precios unitarios cuando se cultiva de forma adecuada. Además, el castaño posee un alto valor paisajístico y desempeña un papel ecológico de relevancia en el sostenimiento de la vida silvestre. Todos estos atractivos han hecho que buena parte de los propietarios de terrenos de monte se interesen por la plantación de castaño, interés que se verá incrementado con la difusión del castaño híbrido, de precoz fructificación y mayor velocidad de crecimiento con respecto al castaño del país.

En el marco de la moderna selvicultura intensiva, las acciones más importantes de cara al futuro para la realización de nuevas plantaciones de castaño en Galicia pasan por la clasificación, según su vigor y aptitud, de los clones resistentes a la tinta, la lucha contra la enfermedad del chancro, la elaboración de programas de mejora genética del castaño del país (Castanea sativa), estando ya abordada la catalogación del material frutícola gallego, y el mantenimiento de la base genética de las poblaciones actuales. Aspectos selvícolas como las podas o las densidades de plantación, poco estudiadas hasta ahora, son hoy en día objeto de investigación prioritaria.


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