Manual de selvicultura del
Castaño en Galicia
Índice
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8. CUIDADOS POSTERIORES A LA REPOBLACIÓN

8.1 PROTECCIÓN DE LAS PLANTAS

En caso de preverse daños sobre el repoblado por ganado doméstico o animales salvajes se deberán proteger las plantas para garantizar su supervivencia.

La opción más económica es el cercado del perímetro de la repoblación mediante cierre formado por postes de madera tratada de unos 2 metros, enterrados 50-60 cm, que se dispondrán separados 4 ó 5 metros. Posteriormente se pondrá una malla cinegética o bien 5 hilos de alambre de espino separados 30 cm entre sí.

Protección total de una repoblación mediante postes de madera tratada y alambre de espino (izquierda) y protección individual de plantas con protectores de efecto invernadero (derecha).

El empleo de protectores individuales se puede plantear tan sólo en pequeñas repoblaciones, o en las realizadas a grandes espaciamientos debido al elevado coste que supone. La altura del protector individual depende de la especie contra la que se quiera proteger la planta, siendo como mínimo de 0,60 m para conejos, 0,75 m para liebre, 1,2 m para corzo y oveja, 1,5 m para ganado vacuno y 1,80 m para ciervo. La gama de protectores individuales así como su precio son muy variados, pudiéndose emplear tubos cinegéticos, tubos con efecto invernadero y mallas plásticas o metálicas grapadas y entutoradas parcialmente. La disposición de tutores robustos formados por piquetas de madera tratada es muy importante, ya que de lo contrario el protector puede caer y tumbar consigo a la planta.

El empleo de protectores individuales con efecto invernadero, biodegradables tras varios años, ha causado inicialmente algunos problemas y sus efectos no se correspondieron plenamente con las especificaciones de los fabricantes:

  • El crecimiento en altura era muy pequeño.
  • Influencia negativa sobre el crecimiento en diámetro, dando lugar a plantas ahiladas, frágiles y sensibles al viento.
  • Menor crecimiento en peso de la planta protegida con respecto al de la planta sin proteger.
  • Disminución de la actividad fotosintética, debido a la deficiente iluminación.
  • Aumento excesivo de la temperatura en el interior del tubo.
  • Alteración del intercambio gaseoso, pudiendo producirse asfixia de la planta.

Los tubos protectores no ventilados también provocan un arranque precoz y un alargamiento de la actividad vegetativa que origina un aumento del período de sensibilidad a las heladas tempranas otoñales y tardías primaverales.

La nueva generación de tubos protectores soluciona los problemas encontrados anteriormente, mejorando su eficacia, al optimizar la aireación e incrementar la luminosidad, conciliando así protección y crecimiento. Los que consiguen la aireación por una abertura basal "de efecto chimenea o efecto térmico" son los más adecuados para zonas más secas, comportándose de forma similar los de aireación, con numerosas y minúsculas perforaciones sobre el tubo, en climas húmedos. Estos tubos mejoran notablemente el crecimiento en diámetro, que incluso se acentúa en los años siguientes, al crear unas condiciones más favorables para el crecimiento (protección contra el viento y el sol y aumento de la humedad) contribuyendo así a la mejor estabilidad de los árboles.

Las plantas también se pueden proteger en cierta medida con métodos tradicionales, como por ejemplo atando alrededor del tallo de la planta haces de xestas o tojo, que además de dificultar el mordisqueo de los animales, proporcionan una cierta sombra que evita quemaduras por efecto del sol, a las que sobre todo el castaño híbrido, es bastante sensible.

8.2 DESBROCE

La vegetación herbácea es el peor acompañante del castaño y ésta aparece especialmente en los terrenos agrícolas abandonados. La eliminación de la hierba se puede realizar de forma mecanizada, por fajas, mediante rotovator o cultivadores. La vegetación herbácea se puede también eliminar manualmente mediante el empleo de herbicidas en las líneas de plantación. Se puede aplicar atrazina el segundo año, o Fydulan (5,8 kg/ha tratada) y Dalapon (4 gr de gránulos/ha tratada) a partir del tercer año, siempre antes de que la planta haya brotado. El empleo de otros herbicidas de más amplio espectro de actuación, como el glifosato o sulfosato a razón de 5-8 litros/ha, debe hacerse teniendo la precaución de no mojar la planta, que podría llegar a secarse, al tratarse de herbicidas de traslocación.

Plantación de castaños sometida a fuerte competencia herbácea.

El empleo de protectores individuales se puede plantear tan sólo en pequeñas repoblaciones, o en las realizadas a grandes espaciamientos debido al elevado coste que supone. La altura del protector individual depende de la especie contra la que se quiera proteger la planta, siendo como mínimo de 0,60 m para conejos, 0,75 m para liebre, 1,2 m para corzo y oveja, 1,5 m para ganado vacuno y 1,80 m para ciervo. La gama de protectores individuales así como su precio son muy variados, pudiéndose emplear tubos cinegéticos, tubos con efecto invernadero y mallas plásticas o metálicas grapadas y entutoradas parcialmente. La disposición de tutores robustos formados por piquetas de madera tratada es muy importante, ya que de lo contrario el protector puede caer y tumbar consigo a la planta.

Estos desbroces sobre las herbáceas, especialmente en las fajas de plantación, pueden favorecer la presencia en las interfajas de especies leñosas que ejercen poca competencia sobre los castaños plantados. Es una práctica recomendable acumular hierba o matorral cortado en la base del tallo para que actúe como mulching o cobertera vegetal que evite la proliferación de herbáceas, mantenga esta zona del terreno fresca y húmeda y sirva de abono.

Plantación de castaño con utilización de mulching herbáceo.

El control del matorral leñoso es especialmente importante los dos primeros años, por el riesgo de ahogo de las plantas de castaño. En este caso es muy recomendable el empleo de una desbrozadora de cadenas acoplada a la toma de fuerza de un tractor agrícola si el matorral a eliminar es tojo. Si se trata de zarza o helecho únicamente se deberá controlar su altura para que no aplasten las plantas ya que por otra parte son acompañantes beneficiosos, de escasa competencia, que mantienen el suelo fresco en verano y aportan sombra. Las xestas son una vegetación acompañante muy favorable para el castaño productor de madera, al crear un ambiente forestal con protección lateral contra el viento y la insolación, manteniendo la humedad, protegiendo contra los daños de la caza mayor y actuando favorablemente sobre la forma de los árboles, por lo que es recomendable eliminar esta vegetación sólo en las líneas de plantación en un ancho igual a 1/3 de la altura de las plantas.

Comparación de la forma de un árbol aislado frente a otro acompañado lateralmente por xestas.

En plantaciones de castaño realizadas empleando plantas pequeñas debe procurarse no desbrozar en períodos de máximo calor plantas que han estado mantenidas a la sombra, porque el castaño soporta mal estas puestas en luz drásticas y puede secarse o sufrir quemaduras.

8.3 REPOSICIÓN DE MARRAS Y RECEPADO

La reposición de marras es la sustitución de plantas muertas o en mal estado por otras nuevas que tendrán el mismo origen que las empleadas en la plantación inicial. La reposición se debe realizar al año siguiente a la plantación y como muy tarde al segundo, y se ejecutará de forma manual.

El recepado consiste en cortar toda la planta a unos 4-5 cm por encima del nivel del suelo y tiene como objetivo conseguir un rebrote posterior con mejor forma que la planta original. Se aplica por tanto a plantas con muy mala forma, que se estima no corregible con operaciones posteriores de talla de formación. La operación debe realizarse durante el paro vegetativo y en los cuatro primeros años de la plantación.

También es recomendable el corte a ras del suelo de plantas dañadas por la helada o el mordisqueo de animales. Siempre que la planta tenga un sistema radical desarrollado, se producirá un rebrote vigoroso, que exigirá que en verano o, como muy tarde antes del comienzo de la actividad vegetativa en la primavera próxima, se haga una selección de brotes dejando el más adecuado por cada cepa de planta cortada.

Recepado de una planta mal conformada, con copa en candelabro.

Normalmente, el recepado sólo afecta a las plantas de peor forma de la plantación, aunque en ocasiones se han realizado recepados sistemáticos en repoblaciones poco exitosas que presentan plantas muy ramificadas, siendo el resultado en general excelente.

8.4 OTROS CUIDADOS CULTURALES

El riego durante el verano puede considerarse en pequeñas plantaciones de producción de fruto, en las que también son normales los abonados a hecho posteriores a la repoblación

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