Manual de selvicultura del Pino de Oregón |
ÍNDICE |
10. RENTABILIDAD Y ORGANIZACIÓN DE LOS PROPIETARIOS
Teniendo en cuenta los datos de productividad, los precios alcanzados por la madera en pie de distintas calidades y los gastos derivados de las operaciones selvícolas y de repoblación necesarias podrá calcularse la rentabilidad del monte. Resulta sin embargo especialmente difícil predecir los precios que alcanzaría la madera en las sucesivas cortas, si bien puede considerarse que, al ser el objetivo fundamental la producción en corta final de madera de chapa o aserrado, el precio medio de la madera en pie superaria a los 60 años las 20.000 pts/m3.
Los técnicos Guipuzcoanos estiman que podría alcanzarse una rentabilidad financiera (TIR) del 5,5%, calculada esta sin considerar subvenciones o ayudas. Teniendo en cuenta a estas últimas, cálculos más optimistas sugieren valoresdel TIR del 8 al 10 % para esta especie.
Un esquema general de actuaciones selvícolas a o largo del turno de la masa podría ser el siguiente:
EDAD
ACTUACION
COSTE Ptas/ha
0
Repoblación
225.000
1
Reposición de marras
20.000
2
Desbroce químico o mecanizado
35.000
4
Desbroce químico o mecanizado
35.000
6
Desbroce químico o mecanizado
35.000
12
Poda baja
60.000
18
Poda alta y primera clara
60.000 + balance económico de la clara
25
Segunda clara
35
Tercera clara
45
Cuarta clara
60
Corta final
Ha de tenerse presente la posibilidad de subvención total o parcial para la realización de estos trabajos. Como consecuencia de la aplicación en España de varias Directivas de la CEE (Unión Europea), existen dos líneas de subvención para trabajos forestales: la referida a tierras agrarias y la que se refiere a los terrenos forestales, considerados estos últimos como terrenos arbolados donde se acaba de cortar el bosque existente o donde se ha producido un incendio y se pretende replantar. Ambas líneas están reguladas mediante órdenes del gobierno autonómico correspondiente, en el caso de Galicia son órdenes de la Consellería de Agricultura, Gandería e Montes, hoy Consellería de Medio Ambiente, que se publican anualmente o, en ocasiones, bianualmente.
En Galicia, la orden de Ayudas a medidas forestales en la Agricultura subvenciona hasta el 100 % de los trabajos de repoblación, fijando un coste máximo por ha en función del titular del terreno (individual, agrupado o comunidades vecinales), y que en cualquier caso ronda las 200.000 pts/ha. Debe tenerse en cuenta que la planta usada debe proceder de viveros registrados por la Administración.
Esta misma línea concede de forma automática una prima de mantenimiento durante cinco años, consistente en una cierta cantidad anual por ha, variable también con el titular, que ronda las 25.000-30.000 pts/ha año, que se deben dedicar a las labores de limpias, reposición de marras, protección y cuidados iniciales de la plantación. Puede solicitarse asimismo una prima compensatoria por pérdida de renta agraria.
La orden de ayudas a acciones de desarrollo y conservación de los bosques subvenciona actuaciones de repoblación, cuidados o tratamientos selvícolas, siempre en terrenos considerados como forestales. Los porcentajes máximos son del 75 % del total del presupuesto aprobado.
Con esta decidida línea de subvención no puede justificarse una falta de atenciones al monte alegando motivos económicos, ya que las cantidades que tienen que desembolsar los propietarios son nulas o muy reducidas. Es preciso comentar que muchos de los datos aportados podrían variar en el futuro en función de lo que se precise en las órdenes anuales. Es precisible en cualquier caso que estas líneas se mantengan en los próximos años.
Recientemente han surgido un considerable número de pequeñas empresas forestales que realizan todas las gestiones necesarias de solicitud de la subvención, ejecutando incluso la obra y los tratamientos de mantenimiento.
Para las actuaciones cuyo presupuesto supere el millón de pesetas es necesario contar con un proyecto firmado por un técnico competente (ingeniero técnico forestal o ingeniero de montes).
Otra alternativa interesante, especialmente para los montes vecinales en mano común, es el convenio con la Consellería de Agricultura, gandería e montes, en virtud al cual la gestión del monte pasa a manos de la Administración autonómica, que realiza todos los trabajos de repoblación y tratamientos selvícolas adelantando los costes correspondientes.Se abre una cuenta de gastos del monte donde se incluyen únicamente el 50% de las inversiones en repoblación y tratamientos selvícolas realizados.
Cuando el monte genera beneficios, estos se reparten de la siguiente forma: el 70 % corresponde al propietario (frecuentemente es una comunidad vecinal) y el 30 % se destina a saldar la cuenta de gastos del monte. Obviamente si la cuenta de gastos está saldada, los beneficios corresponden en su totalidad al propietario.
Para proceder a la firma del convenio es necesario que el monte esté declarado como vecinal en mano común y que esté constituida la junta de la comunidad. La rescisión del convenio puede realizarse en cualquier momento, si previamente se salda la cuenta de gastos existente. Los agentes forestales de la zona o los técnicos de los servicios provinciales de montes pueden proporcionar mayor información al respecto.
Los trabajos de concentración parcelaria permiten paliar en parte los problemas de minifundio que afectan a la propiedad forestal en el Noroeste de España. Las concentraciones públicas, realizadas por la Administración autonómica correspondiente, son en general lentas y no estan exentas de dificultades. Parece interesante la alternativa de concentración privada, que parte del mutuo acuerdo de todos los propietarios, y que ha dado excelentes resultados en algunas zonas de Galicia.
En la actualidad existen diversas agrupaciones de propietarios forestales o selvicultores, que prestan un apoyo técnico a sus asociados y se encargan de difundir conocimientos forestales. Pueden mencionarse la Asociación Forestal de GALICIA (Propietarios de montes), AFRIFOGA, SILVANUS, etc.
Parece también interesante señalar las ventajas que podría presentar la creación de cooperativas de trabajos forestales, que podrían estar constituidas por propietarios que tradicionalmente han trabajado como operarios en sus propios montes, y que de esta forma pasarían a ser a la vez empresarios y operarios. Las cooperativas generan rentas alternativas y estables, y son un factor de innovación social y empresarial, que introducen formas modernas de organización y gestión en el medio rural. Las cooperativas posibilitan la profesionalización del trabajo forestal, una mejora en el tipo de contrato que se establece y la creación de puestos de trabajo fijos.