Manual de selvicultura del
Pino de Oregón
Índice
ÍNDICE

 

2. DONDE REPOBLAR CON LA ESPECIE

La enorme extensión del área de origen de la especie da lugar a comportamientos ecológicos muy diferentes lo que hace necesario definir distintas regiones de procedencia. De esta 0forma, podemos elegir entre procedencias que tienen una mejor resistencia a las heladas de primavera por brotar tarde, o procedencias que soportan mejor la sequía estival. No obstante, pueden establecerse características generales de la especie que determinan los lugares aptos para su plantación.

Condiciones climáticas

Pseudotsuga en la parcela de La vecilla (páramo leones), soportando más de dos meses de sequia

El pino de Oregón crece en una gran variedad de climas desde oceanicos a continentales, con reparto uniforme de precipitaciones o con sequia estival marcada. En el área de origen adecuada para nuestras zonas de repoblación, las precipitaciones varían de 610 a 3.400 mm/año y las temperaturas desde mínimas en enero de -9ºC a máximas en julio de 30ºC.

Las condiciones óptimas para una mayor producción se encontrarían en climas oceánicos húmedos, con períodos máximos de 2 a 3 meses de sequía estival. La precipitación anual deberá ser superior a 800 mm, con al menos 300 mm de lluvia durante el período vegetativo (Abril-Septiembre).

Tolera muy bien los fríos invernales, pero puede considerarse sensible a heladas tardías. Las heladas de primavera, pueden causar daños importantes cuando se usan procedencias que dan lugar a un brote muy temprano en regiones en que este tipo de heladas se producen.

Soporta bastante bien la nieve, ya que sus ramas muy flexibles apenas la retienen en copa, así tolera capas de nieve de más de 3m en la Sierra Nevada de California. Pero los brotes tiernos de primavera y la delgada corteza de ramas y guías en verano pueden verse fácilmente dañadas por el granizo que causa rasgaduras y rotura de guías.

Daños en los brotes del año por heladas tardías

En su área de origen, la var. menziesii alcanza altitudes máximas de 1.800 metros en California, 1.500 metros en su área central y 800 metros en la Columbia Británica. Ello indica que la altitud máxima depende de la latitud correspondiente. Para las procedencias más usadas en repoblación en la España atlántica, puede estimarse una cota máxima de 1.500 metros para las repoblaciones, con límite inferior a nivel del mar. Existen resultados excelentes en plantaciones tanto a nivel del mar como en altitudes elevadas, en Galicia, y aunque a partir de los 1.100 metros la productividad desciende sigue siendo notablemente superior a la de las especies tradicionalmente utilizadas a esas cotas B. celtiberica, P. sylvestris o P. uncinata.

La exposición no tiene un efecto especialmente importante sobre su crecimiento. En general las exposiciones norte o nordeste son preferibles al tener una mayor humedad y en general mejores suelos por estar menos afectadas por incendios, lo que no significa que si un monte con suelo profundo está en solana no sea apto para usar la especie. A altitudes muy elevadas sería sin embargo preferible buscar exposiciones de solana por ser estas más calidas.

A los efectos prácticos de las plantaciones forestales debe considerarse como una especie que requiere plena luz desde el principio, no siendo preciso por tanto el abrigo de otros árboles, que solo redunda en un descenso del crecimiento. El abrigo lateral, especialmente de retamas, puede ser favorable cuando la zona es muy venteada. Debe considerarse asimismo muy sensible a la competencia del matorral, que reduce notablemente los crecimientos iniciales, con un efecto multiplicador ya que retrasa el control que ejerce, en masa densa, al asombrar totalmente la vegetación competidora. Es todavía más sensible a la competencia de a egetación herbácea.

Condiciones edáficas

El pino de Oregón es un árbol medianamente exigente en cuanto a suelos, prefiriendo terrenos profundos, de textura ligera y fértiles. No debe plantarse en suelos muy superficiales o muy pobres, por lo que el mejor indicador de una zona apta para plantar será la presencia de zarzas, xestas, o helechos y tojos de buena altura. La existencia de brezos, callunas o jaras, sobre suelos superficiales y secos indica malas estaciones para la especie, que pueden adaptarse en muchos casos mediante labores profundas y correcciones de su fertilidad.

Estaciones de mala calidad. Suelos someros y vegetación de brezal.

Es difícil dar una cifra límite para la profundidad del suelo, más de 70 cm. proporcionarían condiciones optimas para el crecimiento, pero podemos considerar que es necesario disponer al menos de 40 cm para que un volumen suficiente de raices sustente un buen desarrollo y proporcione un buen anclaje al árbol. Los suelos con menor profundidad, que presenten una capa compacta superficial o encharcamiento no son aptos para repoblar con la especie, pues limitan excesivamente el crecimiento o producen arboles mal enraizados susceptibles de derribos por viento o nieve. La pedregosidad superficial no constituye una limitación definitiva si el sistema radical puede tener acceso a suficiente cantidad de tierra fina.

En general requiere unas buenas condiciones para la aireación de las raíces, por lo que tolera mal las texturas pesadas o el encharcamiento, incluso si este es estacional. La falta de aireación de las raíces provoca amarilleamiento, lentitud del crecimiento e incluso la muerte de las plantas. Por ello los suelos más convenientes deben tener una textura ligera: franco-arenosa, franco-limosa o arenosa y deben evitarse los suelos con mucho contenido en arcilla (más de un 15-20%). Las condiciones topográficas deben ser favorables a un buen drenaje, especialmente cuando las precipitaciones anuales superan los 1.500 l/m2.

No tolera suelos con presencia de caliza activa en contacto con el sistema radical, lo que provoca clorosis, especialmente en plantas jóvenes. Si la roca madre es calcárea, el suelo debe estar descarbonatado en los 60 - 70 cm superficiales, lo que ocurre solo en los lugares más lluviosos. Los niveles de pH del suelo más favorables oscilan entre 4,0 y 6,0.

En cuanto a fertilidad, es una especie moderadamente exigente. En el noroeste de España la situación generalizada de los suelos en los que se ha plantado es de una carencia importante de nutrientes, especialmente fósforo y potasio. A pesar de ello, los resultados de crecimiento han sido en general positivos. Con carencias importantes se produce amarilleamiento de las acículas y pérdida de vigor de la planta. En estos suelos la respuesta a la fertilización, con abonos fosforados y potásicos, es muy positiva.

Condiciones adecuadas para la repoblación. Suelos profundos y frescos. Abundente presencia de helecho.

Foto nº 7. Condiciones adecuadas para la repoblación. Suelos profundos y frescos. Abundente presencia de helecho.

Existe una cierta incompatibilidad con brezos o calluna como vegetación acompañante, que se manifiesta en clorosis y falta de crecimiento de las plantas. Esto se ha achacado a la presencia en el suelo de sustancias tóxicas (alelopáticas), generadas por las hojas caídas de los brezos, que producen efectos perjudiciales. Un desbroce intenso de brezos y callunas puede favorecer a nuestras plantas, otras veces la fertilización con fosforo y potasio aporta además un factor positivo al permitir la entrada de leguminosas desplazando a los brezos, si bien debe tenerse presente que los terrenos donde aquellas habitan suelen ser superficiales y muy pobres, y por lo tanto poco aptos para plantar Pino de Oregón.

El pino de Oregón en el Plan Forestal de Galicia

El Plan Forestal de Galicia, elaborado en el año 1.992, establece una serie de comarcas geoforestales que constituyen la clasificación básica del territorio gallego para establecer especies índices de repoblación forestal. En un plazo de ejecución cifrado en 40 años, el Plan contempla la repoblación de 70.234 has de pino de Oregón, la mayoría de las cuales se situarían en las provincias de Lugo (34.179 has) y Orense (22.631 has). Las comarcas en las que el Plan considera más frecuentemente a Pseudotsuga menziesii como especie índice son la 3 (Meseta central), 4 (Montaña Nororiental) y la 7 (Montaña sudoriental). En las restantes comarcas, la mayor presencia de Eucalyptus globulus, Pinus radiata o Pinus pinaster como especie índice hace que esté menos representado. Esto no significa que en esas comarcas no existan terrenos aptos para su plantación, si bien suelen preferirse en ellas las especies citadas anteriormente, por ser más frugales y de menor turno de corta.

Mapa de Comarcas Geoforestales del Plan Forestal de Galicia.

Figura 3. Mapa de Comarcas Geoforestales del Plan Forestal de Galicia.

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