Manual de selvicultura del
Pino Radiata en Galicia
Índice
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3. LA REPOBLACIÓN CON PINO INSIGNE EN GALICIA

Como ya se comentó con anterioridad, el pino insigne es una especie procedente del suroeste de América del Norte que tiene una buena adaptación en regiones templadas de distintos continentes. No obstante, uno de los problemas que plantea es su difícil regeneración natural. Por ello, el método generalizado de regeneración de los montes de esta especie es la repoblación artificial. En Galicia, antiguos terrenos agrícolas y extensas zonas de matorrales están siendo plantados con esta especie.

El selvicultor debe plantearse desde un principio el modelo de monte que pretende crear y la clase de madera que quiere producir. Esta decisión condiciona el turno de corta, el método de plantación y los cuidados selvícolas posteriores. En general, cuando se realiza una plantación de pino insigne el objetivo es la producción de madera. La mayoría de las veces se trata de producir madera de sierra y de desenrollo o chapa plana; para ello es preciso conseguir árboles con diámetros medios de 40 a 45 cm. con corteza a 1,30 m. del suelo.

La decisión del selvicultor debe fundamentarse en un conocimiento, lo más exhaustivo posible, de las características de su monte. Es lo que forestalmente se denomina la estación forestal. La información sobre el clima, la topografía y el suelo permite estimar las posibilidades de producción de un monte.

Esta especie se plantó mucho en los últimos años en Galicia a causa de sus buenos crecimientos y de sus buenas características tecnológicas para distintos usos de la madera. Sin embargo, es una especie relativamente delicada de manejo, en particular en razón de su sensibilidad a plagas y enfermedades. El selvicultor debe prestar una especial atención a las características de la estación forestal donde se va a realizar la repoblación, conocer los factores de riesgo y elegir bien los terrenos más adecuados.

Repoblación con pino insigne en la Serra do Buoio (Lugo)

Repoblación con pino insigne en la Serra do Buio (Lugo)

La situación de la parcela y la disposición de la masa son factores muy importantes. Por una parte hay que conocer los riesgos que corre la nueva plantación debido a su entorno (ganado salvaje, estado de las fincas colindantes, incendios ...): riesgo que suele traer gastos añadidos. Por otra, es importante prever el acceso de maquinaria a la finca así como la forma de desembosque y la saca de la madera que se cortará en el futuro y planificar la disposición del arbolado, de los accesos y de los caminos interiores de manera que se faciliten las operaciones selvícolas a realizar en el futuro.

El pino insigne necesita estaciones con más de 900 mm. de precipitación al año. Es sensible a las heladas, en particular a las heladas tardías, lo que limita su introducción en terrenos con grandes riesgos de heladas. En Galicia crece bien desde el nivel del mar hasta 700 - 1.000 metros de altitud según la latitud y continentalidad. Por encima de estas altitudes su crecimiento disminuye, lo que hace que su plantación no sea interesante. Resiste mejor que el pino gallego al viento y a la nieve, en particular se tuerce y rompe menos, aunque el crecimiento se resienta.

El pino insigne es relativamente exigente pero crece bien sobre distintos tipos de suelo. Soporta bien los suelos ácidos y obtiene resultados óptimos sobre suelos de 60 o más centímetros de profundidad. Tiene problemas sobre terrenos demasiado pesados o compactos, de poco fondo o permanentemente encharcados.

Esta especie alcanza su óptimo sobre laderas o fondos de valle de suelos profundos y frescos.

TERRENOS A EVITAR EN LA REPOBLACIÓN CON PINO INSIGNE
Terrenos encharcados o mal drenados, brañas si no se pueden sanear
Fincas situadas en altitudes superiores a 1000 m. en el sur de Galicia.
Fincas situadas en comarcas de elevada pluviosidad y temperaturas suaves todo el año ya que los ataques de hongos son especialmente graves (Valle del Ulla, Rías Baixas)
Terrenos con suelos de profundidad inferior a 20 cm. situados sobre rocas que no se puedan disgregar con la preparación del terreno.
Lugares con fuerte exposición al viento, aunque lo soporta mejor que el pino pinaster.
Terrenos con suelos ultrabásicos

 

 

3.1 LA PRODUCTIVIDAD DE LA ESTACIÓN FORESTAL

Los vegetales tienen la facultad de transformar las sustancias minerales en materia viva mediante la energía solar. Las masas forestales necesitan una temperatura media diaria superior a 7,5 0C para que esa producción sea posible. También, cuando la temperatura ambiental alcanza una media diaria de 35 0C la actividad vegetativa de las masas forestales cesa. Cuando una masa de pino insigne tiene disponible, a través de su sistema radical, el agua y los elementos minerales que necesita, el crecimiento que experimenta en volumen es directamente proporcional a la temperatura, siempre que ésta esté entre aquellos dos umbrales mínimo y máximo. Por ello, la producción de madera depende, fundamentalmente, de la duración del período vegetativo y de la temperatura media diaria a lo largo de él.

En relación con la disponibilidad hídrica, cuando el agua del suelo baja de un determinado umbral la actividad vegetativa cesa rápidamente; si la sequía continúa y se agrava, la vegetación puede desecarse y producirse la muerte de los árboles. Cuando la lluvia proporciona de nuevo agua al suelo interrumpiendo la sequía, la masa forestal, tras un breve período de reacción, generalmente reinicia su actividad vegetativa y crecimiento.

La cantidad de agua disponible para la vegetación forestal depende del balance entre la pluviometría, la evapotranspiración y la cantidad de agua accesible a las raíces que puede existir en el suelo; además, la disposición topográfica del terreno proporciona una segunda fuente de aprovisionamiento (positiva o negativa) por aporte o por escorrentía lateral.

Otro factor esencial en la productividad de una masa forestal es la cantidad de suelo accesible por las plantas. Esta capacidad depende, básicamente, de la profundidad y de la textura o granulometría de los suelos.

Estableciendo de forma ordenada la influencia que tienen diferentes variables de una estación en la productividad de la masa forestal que en ella puede implantarse, se puede afirmar que:

    1º. La temperatura media diaria determina la existencia o no de actividad vegetativa y la cantidad de materia vegetal producida.

    2º. La disponibilidad o la ausencia de agua en el suelo accesible a las raíces permite la actividad vegetativa o la paraliza.

    3º. Las cantidades disponibles en el suelo de los distintos elementos minerales necesarios para la conformación de los órganos vegetales influyen directamente en la producción, especialmente cuando alguno de ellos se convierte en un factor crítico por su escasez o por su inaccesibilidad.

Además, una insolación insuficiente a lo largo del período vegetativo también podría ser, en algún caso, un factor limitante a la producción de la masa a crear.

Otras condiciones críticas para la producción forestal relacionadas con la estación son la existencia de suelos asfixiantes por un exceso de humedad, por la acidez excesiva de determinados suelos orgánicos, por una temperatura del suelo muy baja debido a su continuo enfriamiento o por la presencia de determinadas rocas que generan suelos con elementos tóxicos que impiden el desarrollo de vegetación arbórea.

 

Principales factores que influyen en la productividad forestal en Galicia

a) La altitud

La temperatura media anual tiene una gran dependencia de la altitud sobre el nivel del mar. Sin otros factores limitantes, en Galicia la productividad de una masa de pino insigne podría alcanzar las siguientes cifras:

  • a nivel del mar ..........................36 m3 de madera por ha. y año
  • a 300 metros de altitud .............27 m3 de madera por ha. y año
  • a 600 metros de altitud..............18 m3 de madera por ha. y año
  • a 900 metros de altitud................9 m3 de madera por ha. y año
  • a 1.200 metros de altitud.............0 m3 de madera por ha. y año

b) La latitud geográfica combinada con la pendiente del terreno y su exposición

En Galicia, a nuestros efectos, se podría admitir que la latitud geográfica influye linealmente en la evapotranspiración y, por tanto, en el balance de agua en el suelo. Es decir, cuanto más al Sur más calor y más sequía, cuanto más al Norte más frío y menor riesgo de sequía. Pero esta influencia está muy matizada por la disposición del terreno en cuanto a exposición y pendiente.

En las latitudes más meridionales, las exposiciones sur, cuanto más pendientes, más radiación reciben, más se calienta el suelo y mayor es la evapotranspiración. Por su parte, en las exposiciones Norte, al menos a partir de una determinada pendiente, la evapotranspiración se reduce significativamente. Es por ello que el pino insigne crece bien las umbrías del Sur de Galicia.

En las latitudes más septentrionales estas diferencias entre exposiciones norte y sur apenas se notan, y la influencia de la pendiente tiene escasa incidencia.

c) La posición de la parcela en la topografía local combinada con la textura del suelo

Los suelos situados en ladera, alta o media, tienen tendencia a drenar agua lateralmente y a perderla por efecto de la gravedad; esta pérdida es tanto mayor cuanto mayor es el contenido en elementos gruesos y tanto menor cuanto mayor es el contenido en elementos finos.

Los suelos situados a pie de ladera, en fondo de valle y en vaguada reciben lateralmente aporte adicional de agua de los terrenos situados a cotas más elevadas.

Los suelos situados en vaguada y en pendiente tendrán una situación intermedia y el balance puede resultar positivo o negativo, pero siempre tendrán mejores condiciones a este efecto que los situados lateralmente y más elevados.

Los montes de pino insigne situados sobre suelos pesados y en terrenos llanos mal drenados presentan muchas dificultades para su repoblación y para el posterior crecimiento del arbolado.

d) La profundidad y textura del suelo

La profundidad del suelo a la que pueden acceder las raíces de la masa forestal, así como la textura o granulometría son las principales variables que determinan la reserva de agua asimilable que puede contener un suelo.

Estas dos variables tienen una gran importancia para la productividad de las masas de pino insigne en los sitios con riesgo de sequía estacional importante. Esta situación se produce cuando la evapotranspiración en el período vegetativo es superior a la lluvia que recibe, circunstancia normal en la mitad sur de Galicia.

e) La fertilidad y el grado de evolución de los suelos

La fertilidad está relacionada con el contenido en elementos minerales disponibles en el suelo para ser absorbidos por las plantas. Los tres elementos minerales más importantes para una buena vegetación de las masas forestales son el nitrógeno, el fósforo y el potasio.

El contenido en nitrógeno de un suelo depende de la cantidad y del tipo de materia orgánica que hay en él; el nitrógeno, para que sea asimilable por las raíces, ha de estar en forma de ión nítrico. La transformación de cualquier forma orgánica del nitrógeno en una forma asimilable depende de la actividad de la flora bacteriana; ésta, a su vez, depende en gran medida de la acidez del suelo, de su aireación y de la temperatura ambiente. En lugares fríos y mal drenados el proceso de transformación de materia vegetal muerta en materia orgánica del suelo no se produce y, en consecuencia, las plantas no crecen.

Cuando el suelo recibe un laboreo, se airea, se favorece la actividad bacteriana, se reduce su acidez y se enriquece, en general, en nitrógeno asimilable.

El contenido de un suelo forestal en fósforo y potasio depende básicamente de los minerales que forman la roca madre. El fósforo es generalmente el elemento más escaso entre los que necesitan las masas forestales gallegas para su buena vegetación. Por su parte, el potasio asimilable varía de forma notable de uno a otro suelo forestal según sus circunstancias litológicas y evolución.

Entre otros elementos minerales importantes para la buena vegetación de las masas forestales están el magnesio, el azufre y el boro. En algún caso, las deficiencias en estos elementos bajo formas asimilables pueden convertirse en factores limitantes de la producción.

La acidez del suelo juega un papel muy importante para que los elementos minerales se presenten bajo formas químicas asimilables por las plantas. En esta situación las enmiendas calizas con cal y magnesio, en su caso, pueden jugar un papel trascendental en la fertilidad de los suelos.

El conocimiento de la composición física y química de los suelos forestales exige análisis de los distintos horizontes a los que puede acceder el sistema radical del arbolado. Los horizontes más superficiales de los suelos gallegos suelen estar empobrecidos por la explotación tradicional del monte mediante rozas, quemas y pastoreo. En esta situación, una fertilización adecuada favorece el arraigo y crecimiento inicial de la planta.

Las micorrizas, hongos simbiontes asociados a las raíces de las plantas, son unos importantes aliados de los árboles forestales. Su actividad mejora el aprovechamiento de las sustancias minerales y del agua del suelo. Su ausencia en los sistemas radicales impide el normal desarrollo de la planta forestal.

f) La velocidad y frecuencia de los vientos (protección)

El viento es uno de los agentes que más influyen -negativamente- en el crecimiento del arbolado y, por lo tanto, en la productividad forestal. En términos generales, son las crestas y divisorias de las cadenas montañosas del territorio gallego donde se hace sentir con más evidencia el efecto del viento. También se hace sentir sensiblemente en accidentes geográficos próximos a la costa. El viento cuando sopla con una dirección constante produce efectos mecánicos negativos sobre la estructura de los árboles, conformando copas irregulares, con ramas orientadas en una dirección y deformaciones o excentricidad del tronco.

Cuando el viento supera ciertos umbrales de velocidad media y permanencia, produce con frecuencia una fuerte evaporación del agua del suelo y temperaturas muy bajas en él. En estas condiciones la deficiente evolución -mineralización- de la materia orgánica genera la formación de suelos con una mala estructura física dando lugar a una vegetación muy especializada capaz de resistir estas condiciones físicas.

La influencia negativa del viento se aprecia fácilmente en la altura que alcanza una masa forestal afectada. La protección que prestan unas masas a otras y los árboles entre sí determinan en muchas ocasiones la capacidad productiva de un monte. El pino insigne es una especie bastante sensible al efecto del viento, factor que condiciona tanto el diseño de las repoblaciones como el de las cortas de mejora y finales.

 

Productividad del pino insigne en Galicia según los Distritos Forestales

El Plan Forestal de Galicia estableció una división del territorio forestal en diecinueve Distritos Forestales. Estas áreas presentan ciertas características similares en lo que se refiere a la estación forestal. A partir de esta división y considerando en cada distrito factores climáticos, edáficos y de relieve, se puede estimar la calidad productiva de una masa de pino insigne, su productividad potencial en madera y el turno medio de corta para cada supuesto.

Situación de los distritos forestales de Galicia

Situación de los distritos forestales de Galicia

Se entiende por calidad productiva, (clase de calidad de I a V en los cuadros) a la capacidad de producción maderera de un terreno que reúne condiciones físicas homogéneas. A fin de caracterizar las masas forestales y predecir su evolución, se forman agrupaciones convencionales en conjuntos o clases a las que se le supone un comportamiento selvícola similar a lo largo de un ciclo de producción, con independencia de su situación geográfica concreta. La productividad potencial es el volumen total de madera que se podrá extraer de una masa de pino insigne medio en metros cúbicos con corteza por hectárea y por año. El turno medio de corta es el período de tiempo medido en años, que transcurrirá entre el momento de la repoblación y el de la corta final necesario para optimizar la producción de la masa de acuerdo con el criterio de máxima renta en una serie indefinida de ciclos productivos.

CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVA, PRODUCTIVIDAD POTENCIAL Y TURNO MEDIO DEL PINO INSIGNE POR DISTRITOS FORESTALES

DISTRITO FORESTAL: I FERROL-ORTIGUEIRA Y VI MARIÑA LUCENSE
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Fondos de valle a menos de 100 m. de altitud con suelos profundos y bien drenados, buena protección de los vientos I 24 36/40
Valles y pies de montaña y vaguadas bajas en ladera, suelos menos profundos y buena protección de los vientos II 20 37/41
Faldas bajas en ladera, vaguadas en ladera medias, suelos menos profundos y buena protección de los vientos III 16 38/42
Valles medios, suelos profundos, bien protegidos III/IV 14 40/44
Faldas a media ladera, vaguadas en ladera medio altas, suelos de media profundidad, bien protegidas, orientación Sur; valles medios IV 11 42/47
Faldas altas en ladera, suelos algo someros, con menor protección V 6 46/52
Divisorias principales, mesetas altas, valles altos, cornisas, farallones, cabos muy expuestos a los vientos ------- improductivos -------


DISTRITO FORESTAL: II MARIÑAS CORUÑESAS Y V BERGANTIÑOS-FISTERRA
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Tierras de suelos más profundos, bien protegidos en valles o pies de ladera a baja altitud; fondos de valle y pies de montaña de suelo profundo II/III 18 30/34
Faldas bajas en ladera, vaguadas en laderas medias, suelos menos profundos y buena protección III 16 30/34
Faldas medias y altas en ladera, mesetas, suelos menos profundos y buena protección IV 12 34/38
Divisorias interiores con suelos menos profundos algo expuestas a los vientos IV/V 9 38/42
Cabos expuestos al viento ------ improductivos ------


DISTRITO FORESTAL III: SANTIAGO-MESETA INTERIOR
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Valles interiores de suelo profundo II 20 34/38
Lomas de suelo menos profundo y de roca disgregable, pendiente inferior al 30% III 16 38/42
Lomas de suelo menos profundo y roca poco disgregable IV 12 42/47
Divisorias de suelo somero V 6 46/52
Crestas con afloramientos rocosos o faldas altas en ladera de suelos muy someros y muy pendientes ----- improductivos -----


DISTRITO FORESTAL IV: BARBANZA-MAHÍA-BARCALA
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Tierras de suelos más profundos en terrenos de valle, bien protegidos II 20 30/34
Pies de ladera de suelo profundo III 16 30/34
Faldas en ladera de suelos algo someros, con alguna exposición a los vientos IV 12 34/38
Divisorias principales con suelos someros y poca protección V 6 50
Cabos y terrenos costeros muy expuestos al viento ----- improductivos -----


DISTRITO FORESTAL VII: OS ANCARES
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Valles altos interiores de suelo profundo (si no hay heladas persistentes), pies de montaña y faldas bajas de suelo profundo, protegidas, en solanas III 16 30/34
Faldas medias en ladera, suelos menos profundos, protegidas, en umbrías III/IV 14 34/38
Mesetas de media montaña con suelos profundos IV 12 38/42
Faldas altas en ladera de suelo somero, divisorias secundarias V 6 46/50
Divisorias principales con afloramientos rocosos o muy ventosos ----- improductivos -----


DISTRITO FORESTAL VIII: TERRA DE LEMOS
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Valles interiores de suelo profundo, laderas del Miño con mejor suelo III 16 30/34
Lomas de suelo menos profundo y roca disgregable IV 12 38/42
Valles con suelo de gravas, poco fáciles III/IV 9 42/46
Media montaña, faldas en ladera con pendientes inferiores al 35%, suelos algo someros y roca menos disgregable V 6 46/50
Laderas muy pendientes y con afloramientos rocosos ----- improductivos -----


DISTRITO FORESTAL: IX LUGO-SARRIA Y X TERRA CHÁ
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Lomas de suelo menos profundo, limoso, sin fenómenos de hidromorfía III 16 38/42
Lomas de suelos algo someros y rocas disgregables y faldas en ladera IV 12 42/47
Lomas de suelo somero y rocas poco disgregables V 6 46/52
Suelos encharcados, divisorias muy expuestas a los vientos ----- improductivos -----


DISTRITO FORESTAL: XI RIBEIRO-ARENTEIRO Y XII OURENSE
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Valles bajos de suelo muy profundo y arenoso, con aportación lateral importante de agua subalvea II 20 26/30
Valles y pies de ladera de suelo profundo, en orientación Norte II/III 18 27/31
Pies de ladera y vaguadas medias en ladera de suelo menos profundo, en orientación Norte III 16 28/32
Formas de suelo menos profundo, en orientación mediodía IV 12 30/34
Laderas altas de suelo somero, en orientación Norte IV/V 9 30/34
Laderas altas de suelo somero, en orientación mediodía V 6 30/34


DISTRITO FORESTAL: XIII VALDEORRAS-TRIVES, XIV MONTERREI-O BOLO Y XV A LIMIA
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Pies de ladera y laderas bajas de suelo profundo, pendientes, en orientación III 16 26/30
Valles, pies de madera y laderas bajas de suelo menos somero y roca disgregable en posición Norte IV/V 9 40/44
Faldas altas en ladera, lomas de suelo menos profundo y roca disgregable en exposición Norte V 6 46
Montaña de suelos someros, ácidos, pobres en bases, rocas silíceas o graníticas no disgregables ----- improductivos -----


DISTRITO FORESTAL XVI: DEZA-TABEIRÓS
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Valles interiores de suelo profundo, rico en bases II 20 28/32
Pies de ladera y faldas bajas en ladera de suelos profundos III 16 30/34
Faldas medias en ladera, lomas de suelo menos profundo y rocas poco disgregables IV 12 30/34
Media montaña y divisorias poco expuestas de suelo somero y roca poco disgregable V 6 30/34
Divisorias con afloramientos rocosos ----- improductivo -----


DISTRITO FORESTAL XVII: O CONDADO-O ROSAL
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Fondos de valle a menos de 100 m. de altitud con suelos profundos II 20 28/30
Faldas medias en ladera de suelos arenosos menos profundos, en exposiciones Norte III 16 30/34
Faldas medias en ladera de suelos arenosos menos profundos, en exposiciones mediodía IV 12 38
Mesetas costeras de suelos someros, divisorias y mesetas altas del interior expuestas a los vientos V 6 46
Farallones rocosos costeros y cabos expuestos a los vientos ----- improductivos -----


DISTRITO FORESTAL: XVIII PONTEVEDRA Y XIX AROUSA-SALNÉS
POSICIÓN TOPOGRÁFICA DE LA ESTACIÓN CLASE DE CALIDAD PRODUCTIVIDAD POTENCIAL m3/ha. y año TURNO MEDIO DE CORTA años
Tierras de suelo profundo en valles costeros e interiores, pies de ladera hasta altitudes inferiores a los 100 m. II 20 28/32
Faldas medias en ladera de suelos arenosos algo someros, en exposiciones Norte II/III 18 28/32
Faldas medias en ladera de suelos arenosos algo someros, en exposiciones al mediodía y poniente III 16 28/32
Divisorias bajas, con suelos arenosos algo someros IV/V 9 30/36
Divisorias altas, mesetas altas del interior expuestas a los vientos V 6 54
Terrenos húmedos y arenosos en tierras próximas al mar ----- improductivos -----

 

 

3.2 EL TURNO DE CORTA

El pino insigne es una especie utilizada casi siempre para formar masas forestales cuya función es estrictamente económica; tanto por ello como por su temperamento de especie de luz, esto es, porque para su regeneración y para su buen desarrollo vegetativo requiere la exposición de las copas a la radiación directa de la luz solar, el tratamiento más adecuado es el de monte regular en masas monoespecíficas y, por tanto, con pies arbóreos que tengan todos la misma edad natural y la misma especie. En estas condiciones, el turno de corta en años equivale a la edad que tienen los árboles en el momento de ser realizada la masa.

El turno de producción a elegir inicialmente cuando se proyecta la realización de una plantación dependerá de las prioridades que tenga el propietario; así, puede pretender la obtención del máximo ingreso en dinero por cada año del turno de producción, o la máxima rentabilidad del capital invertido, o la máxima rentabilidad del capital desembolsado, etc. Pero también puede elegir el turno en función de la máxima productividad en madera por año del turno. En otros casos, el turno se elige para la obtención del mayor volumen de madera para un determinado uso industrial. Los criterios empleados pueden así referirse básicamente a conceptos financieros o técnicos.

En cualquier caso, la calidad tecnológica de la madera de la masa a crear, así como la productividad maderera de la estación, son dos factores que intervienen de forma principal en la determinación del turno. En relación con la calidad tecnológica de los fustes tanto la proporción relativa de los precios de la rolla según su destino industrial como el volumen mismo de cada tipo de rolla juegan papeles muy importantes en esa estimación del turno. Cuando se trata de criterios financieros, los costes de explotación, por un lado, así como los costes de corta, desembosque y transporte, por otro, también tienen una participación importante.

 

 

3.3 LA CALIDAD DE LA PLANTA

La planta es uno de los elementos esenciales de la repoblación. Es imprescindible tener garantías sobre la calidad del material que se encarga al vivero. Si es posible, el propietario debe elegir y conocer con precisión la procedencia de la semilla.

El pino insigne es una de las especies forestales que ha sido tratada genéticamente en busca de variedades o razas mejoradas. Chile y Nueva Zelanda son los países con mayor experiencia en este campo.

En Galicia y en el País Vasco existen programas de mejora genética pero, hasta ahora, no se encuentra semilla seleccionada de estas procedencias en los circuitos comerciales. Dentro de cada zona de producción los Servicios Forestales y los viveristas suelen recoger la semilla en bosques de pino insigne que estiman de buena calidad. Puede haber diferencias marcadas dentro de cada lote.

El Servicio de Material Genético dependiente del Ministerio de Medio Ambiente vende semilla de pino insigne procedente de tres regiones: País Vasco, Cornisa Cantábrica y Rías Baixas gallegas. Sin embargo, esta semilla no ofrece garantías de calidad genética.

En Galicia, algunos viveros están utilizando semilla procedente de planta mejorada genéticamente de Nueva Zelanda. No existe experiencia suficiente para informar de sus resultados.

Existe una norma europea para garantizar las procedencias según la cual los lotes de plantas vienen diferenciados por unas etiquetas. Los viveros que utilizan estas etiquetas han de someterse a un régimen de inspecciones por parte de los organismos oficiales competentes que son los encargados de certificar los orígenes de la semilla.

Características de las etiquetas de la planta forestal

  • etiqueta blanca: semilla de procedencia sin determinar.

  • etiqueta amarilla: semilla procedente de una zona de procedencia oficial.
    • Ejemplo: pino insigne del País Vasco.

  • etiqueta verde: semilla procedente de un rodal selecto.
    • Ejemplo: Bosque de pino insigne perfectamente identificado y seleccionado por la buena calidad de los árboles que lo componen.

  • etiqueta azul: semilla procedente de un huerto semillero compuesto por árboles mejorados genéticamente y exclusivamente dedicado a la producción de semilla.

Defectos frecuentes de la planta en contenedor

Defectos frecuentes de la planta en contenedor Defectos frecuentes de la planta en contenedor
Tamaño del tallo demasiado grande con respecto al cepellón Planta demasiado vieja. Raíces acumuladas en el fondo y enrolladas

Elección de una planta de buena calidad

Además de la certificación del origen de la semilla, el propietario forestal que va a comprar planta en un vivero tiene que comprobar la calidad del lote de planta que le entreguen. Se entiende por una planta de buena calidad para la repoblación forestal aquélla que presenta un buen equilibrio entre la parte aérea y la radical, y que tiene un sistema radical abundante y bien conformado.

La parte aérea de la plantita debe estar constituida por un solo tallo suficientemente lignificado y acompañado de un conjunto foliar de color verde intenso que cubra la casi totalidad del tallo. La raíz principal debe estar diferenciada y con raíces secundarias abundantes y bien distribuidas. Las raíces deberían presentar micorrizas en sus partes terminales.

La primera duda que puede surgir es la elección del tipo de planta: ¿Planta a raíz desnuda o planta en contenedor?. A continuación se exponen algunos aspectos que caracterizan a ambos tipos de plantas y que facilitan la decisión:

PLANTA A RAÍZ DESNUDA PLANTA EN CONTENEDOR (CON CEPELLON
menor precio por unidad mayor precio por unidad
mayor sensibilidad a las condiciones climáticas adversas durante la manipulación, el transporte y la plantación resistencia a condiciones climáticas un poco difíciles. Se puede plantar casi durante todo en año
más dificultades de plantación: necesidad de obreros especializados trabajo de plantación más fácil
adaptación al medio más lenta adaptación al medio más rápida gracias a las reservas del cepellón
problemas frecuentes de enraizamiento por ausencia de repicado problemas por enrollamiento de las raíces o mala conformación radicular
presencia de micorrizas ausencia de micorrizas

La planta es el elemento central de la repoblación. Para asegurar el éxito de la inversión, el propietario tiene que saber reconocer los defectos. No debe temer a rechazar un lote que contenga un porcentaje elevado de plantas con defectos graves.

Defectos de la planta de pino insigne

Defectos de la planta de pino insigne Problemas de coloración, heridas no cicatrizadas
Fuerte curvatura en el tallo Defectos de la planta de pino insigne
Defectos de la planta de pino insigne Curvatura en la raiz
Múltiples guias Defectos de la planta de pino insigne
Defectos de la planta de pino insigne Raíces deficientes

Defectos más comunes en la planta forestal

  • Relación parte aérea / parte radical desproporcionada.
  • Micorrización inexistente.
  • La estructura de la raíz deficiente.
  • Plantas sin una buena disposición de las raíces. Sin o con escasas raíces secundarias o sin raíz principal definida.
  • Clorosis foliar (amarilleamiento).
  • Plantas con el tallo sin lignificar.
  • Plantas con heridas no cicatrizadas en el tallo.
  • Plantas total o parcialmente secas.
  • Plantas que presentan varios tallos (bifurcaciones).
  • Plantas con las hojas muy dañadas.
  • Plantas con el cuello de la raíz dañado.
  • Plantas con las raíces enrolladas o torcidas.
  • Plantas con daños producidos por plagas o enfermedades.
  • Plantas con señales de fermentación, calentamiento o moho debidos a males condiciones de almacenaje.

La planta de pino insigne en contenedor, cuya altura idónea de tallo está entre 15 y 25 cm., debe disponer de un envase con capacidad mínima de 150 c. c.

Para un correcto transporte de la planta desde el vivero al monte es preciso utilizar vehículos cerrados a fin de evitar la desecación del sistema radical. En el caso de la planta a raíz desnuda es aconsejable envolver las raíces en sacos opacos que mantengan la humedad.

En el monte la planta no debe permanecer al sol ni al viento. En caso de que se demore la plantación hay que proteger la planta e incluso meterla en tierra si viene a raíz desnuda.

 

3. LA REPOBLACIÓN CON PINO INSIGNE EN GALICIA

3.5 FASES DE LA REPOBLACIÓN

La repoblación con pino insigne no se hace siguiendo un modelo rígido. Los trabajos deben adaptarse a las características de la estación forestal y a las condiciones y situación de la parcela. Para definir los trabajos a realizar en cada etapa es preciso conocer las limitaciones y las ventajas del terreno, así como las características selvícolas del pino insigne.

3.5.1 Reconocimiento de la parcela

El éxito de una repoblación depende en gran medida del conocimiento preciso de las características del monte o de la parcela que se va a repoblar. Un reconocimiento detenido de todo el terreno apreciando la calidad del suelo, la topografía, la vegetación, la orientación, la hidrografía, resulta imprescindible.

El reconocimiento no sólo es necesario para aprovechar adecuadamente los recursos naturales, sino también para identificar elementos, naturales o artificiales, que es preciso considerar. En primer lugar hay que señalar los cursos de agua, cuyo cauce natural hay que respetar al igual que la vegetación riparia que suele acompañarles. Los cursos de agua, estacionales o permanentes, condicionarán el trazado y las características técnicas de los caminos, orientarán la localización de depósitos de agua y delimitarán las áreas de repoblación. Sus márgenes deben constituir áreas de discontinuidad con funciones ambientales muy importantes: refugio de fauna, defensa contra incendios, protección contra plagas, conservación de vegetación local.

En segundo lugar, el reconocimiento previo hace posible identificar y considerar la vegetación presente en la zona a repoblar. La observación de la vegetación, además de orientarnos sobre la calidad de la estación, puede manifestar la existencia de elementos florísticos de alto valor que es imprescindible conservar.

La identificación de elementos culturales tales como valados, cierres, conducciones de agua, molinos, presas, colmenares, palomares, fuentes o yacimientos arqueológicos, es otra de las funciones del reconocimiento previo a la repoblación. Algunos de ellos pueden estar inventariados por el Patrimonio Histórico-Artístico o por el Planeamiento Urbanístico y, en consecuencia, su deterioro o destrucción puede suponer delito.

Desde la perspectiva legal, la identificación de servidumbres o derechos ajenos a la propiedad, tales como pasos, tendidos eléctricos, acometidas de agua, conducciones, así como el registro de colindancias con ríos, carreteras, ferrocarril, o con áreas de dominio público, constituyen tareas previas a la repoblación que siempre es necesario realizar.

Por su incidencia en el desarrollo de la futura masa, merece una especial referencia los terrenos provenientes que han tenido en el pasado una utilización agrícola. En ellos se debe profundizar en el reconocimiento de las características del suelo y analizar las posibles consecuencias que pueden acarrear a la futura masa las prácticas y usos anteriores.

La toponimia local, a efectos de la repoblación, puede orientar sobre las características de la estación, de la vegetación, de la geología, etc. Su recopilación y análisis, además del interés cultural que supone, constituye un buen refuerzo de información sobre la ecología de la zona.

Otro aspecto a identificar en el reconocimiento es la apreciación de la existencia anterior de incendios forestales cuya reiteración, en terrenos de fuerte pendiente, disminuye fuertemente el contenido de materia orgánica y, modifica la flora micorrícica. En consecuencia, provoca deficiencias minerales en el suelo que en el futuro generarán una disminución grave del crecimiento del pino insigne.

3.5.2 Trabajos previos: eliminación de restos de corta y control de la vegetación

La existencia de tocones provenientes de una masa arbolada anterior condiciona la ejecución de determinados trabajos selvícolas y puede dificultar la disposición lineal de la nueva plantación. Por lo tanto, puede ser necesario la eliminación de los tocones para conseguir una buena repoblación.

Por otra parte, la presencia de tocones o la concentración de restos leñosos en descomposición supone un alto riesgo de presencia del hongo Armillaria a cuyo ataque es especialmente sensible el pino insigne. La propagación de este hongo puede ser facilitada por los posteriores trabajos lineales continuos de preparación del suelo, por lo que, si no se eliminan los tocones, deben desaconsejarse este tipo de trabajos de preparación del suelo (esta cuestión se desarrolla en el capítulo V. La sanidad forestal). También por ello la eliminación de los tocones es recomendable.

Ahora bien, la decisión de destoconar y la selección del procedimiento supone una elección difícil y compleja. En primer lugar, es preciso considerar las características del tocón y su grado de descomposición. Los tocones de coníferas tienen una mayor rapidez de pudrición y en ocasiones no es necesario destruirlos. La eliminación del tocón puede hacerse por dos sistemas:

    a) Maquinaria no específica. Mediante máquinas topadoras que empujan y arrancan el tocón. Mediante tractores dotados con rejón que arranca o rompe por arrastre el tocón. También se usa el cazo de las excavadoras.

    b) Maquinaria dotada de aperos destoconadores. Entre ellos cabe mencionar las trituradoras (de tornillo, de eje horizontal con martillos y de vaivén con cuchilla), las hendidoras que astillan el tocón y las dotadas de pinzas que lo extraen.

Máquina desconadora

Máquina destoconadora

Los procedimientos que arrancan el tocón disminuyen fuertemente el riesgo de propagación de Armillaria, pero tienen el inconveniente de su alto coste.

Otra situación frecuente y asociada a la anterior es la presencia en la parcela de restos de corta, ramas y raberones, que es necesario eliminar tanto por impedir los trabajos de preparación como por problemas sanitarios. Cuando la pendiente y condiciones del terreno lo permitan, la forma de eliminación más idónea es la trituración de este material leñoso mediante desbrozadora de cadenas o martillos aplicada a tractor. Si la pendiente o pedregosidad del terreno no permite el tratamiento mecanizado se suele recurrir al acopio manual de las leñas para quemarlas cuando las condiciones meteorológicas lo aconsejen y procurando hacer pequeños montones para evitar producir temperaturas elevadas en el suelo.

Control de la vegetación de competencia

La parcela puede presentar una vegetación herbácea o estar cubierta de matorral. Si es así, en primer lugar se procede a eliminar esta vegetación mediante la realización de un desbroce.

El desbroce tiene por objetivos evitar la competencia entre la vegetación existente en la parcela y la planta de pino. Así, la planta a repoblar dispondrá de agua, nutrientes y luz suficientes. La competencia de la hierba, las zarzas, xestas y tojos ponen en peligro la supervivencia de las jóvenes plantas de pino y, en todo caso, provocan una disminución importante del crecimiento durante los primeros años de la plantación.

En ciertos montes la eliminación de la vegetación es condición indispensable para evitar los efectos alelopáticos producidos por algunas plantas. En Galicia se da este tipo de efectos en montes con dominancia de matorral de ericáceas (uces, queirugas y carpaza).

La eliminación de la vegetación permite también facilitar los trabajos de preparación del suelo y de plantación y disminuir el riesgo de incendios. No obstante, determinados enclaves de vegetación natural como pueden ser cierres naturales o áreas de fuertes pendientes conviene mantenerlos. Favorecen la habitación de la fauna, ejercen un efecto favorable de cortavientos o pueden romper la continuidad de la futura masa evitando la propagación de plagas y enfermedades.

La labor de desbroce se puede realizar de distintas formas según las características de la finca:

a) Desbroce mecanizado

Cuando las características de la parcela, pendiente y pedregosidad, lo permiten, se recomienda realizar un desbroce mecanizado. Su coste es muy inferior al desbroce manual, y permite una gran rapidez de ejecución.

Se emplea una desbrozadora arrastrada por un tractor. En Galicia se suelen utilizar desbrozadoras de cadenas de eje vertical. Este apero permite triturar matorrales, leñas o restos de corta de hasta 8 cm. de diámetro por rotación de las cadenas. El material triturado puede luego servir de abono para la nueva plantación. Se puede variar la altura de la desbrozadora para adaptarse al tipo de vegetación existente.

Este tipo de apero sólo trabaja sobre la parte aérea del matorral, por lo que no tiene efecto sobre las raíces. Por otra parte es de uso delicado sobre restos de cortas a causa de los tocones. Estos últimos pueden ocasionar daños en la maquinaria si son demasiado altos. Por término medio se obtiene un rendimiento de 5 a 7 horas de tractor más desbrozadora por hectárea.

En ciertos casos en los que el matorral no es muy alto se puede emplear una grada de discos para eliminar la vegetación, arrancar las raíces y enterrar los restos. Tiene la ventaja de realizar un trabajo superficial del terreno, pero favorece la germinación de todo tipo de semillas enterradas a poca superficie que ejercerá competencia a la planta de pino insigne.

También se puede utilizar desbrozadoras de martillos de eje horizontal con gran capacidad de trituración del matorral. Su principal defecto es su fragilidad frente a piedras y obstáculos y el elevado coste de las piezas de repuesto.

b) Desbroce manual

En parcelas donde existen fuertes pendientes (superior a un 35 - 40 %) o donde la presencia de piedras o de afloramientos rocosos impiden la mecanización de los trabajos, la eliminación del matorral o de los restos de corta se realizará manualmente. Esta operación es muy costosa por lo que es preferible limitarla al máximo.

Esta operación se hace generalmente con desbrozadoras de mochila o arnés, equipadas de un pequeño motor y dotadas con una cuchilla metálica rotativa, o con herramientas de corta tradicionales como la hoz si el manejo de la desbrozadora portátil resulta imposible. Las desbrozadoras de mochila son efectivas en matorral con tallos inferiores a 10 cm. de diámetro.

La utilización de desbrozadoras de mochila requiere un proceso de preparación del operario, en especial en los aspectos de seguridad. Son herramientas muy peligrosas si no se observan las recomendaciones de los fabricantes y de las autoridades sanitarias: casco y visera protectora, botas a prueba de corte e impacto, guantes y arneses debidamente situados, son imprescindibles en la utilización de esta maquinaria.

Si el material a eliminar son restos de corta se realizará un apilado manual en cordones siguiendo las líneas de plantación de manera que no estorben las operaciones siguientes o se apilarán en pequeños montones en los límites de las fincas y se procederá a su quema controlada.

c) Desbroce mediante fitocidas

Este es un método que tiene una utilización creciente, en particular en antiguas tierras agrícolas para la eliminación de la vegetación herbácea o en terrenos con fuerte pendiente en los que no puede aplicarse sistemas de corte.

Para las principales especies arbustivas o subarbustivas gallegas se recomienda emplear fitocidas cuyo compuesto básico es glifosato (por ejemplo, glifosato al 36%), por ser éste uno de los pocos productos homologados a nivel europeo para su uso en el monte. Este tipo de herbicida tiene varias ventajas:

  • Es de penetración foliar: sólo tiene efecto si toca las hojas.

  • Es sistémico, es decir, elimina la planta entera. Por lo tanto los efectos perduran varios años, incluso con los helechos y las zarzas.

  • Es poco contaminante. Al entrar en contacto con el suelo se descompone en sus elementos básicos. Se puede realizar la plantación inmediatamente después de su aplicación.

  • Tiene un nivel de toxicidad muy bajo para los humanos y para los animales silvestres.

En el manejo del glifosato hay que tener en cuenta que su efecto no es inmediato. Desde la aplicación hasta notar los efectos pueden transcurrir de 7 a 20 días según el tipo de matorral, su altura y densidad. Para conseguir una mayor eficacia es preferible tratar cuando las plantas están en plena actividad vegetativa y cuando el tiempo está seco, esto es, junio, julio y agosto.

Para tratar una hectárea se suele necesitar entre 4 y 8 litros de producto según el tipo de matorral. La aplicación de productos bajo forma líquida se puede realizar con aparatos de tratamientos tradicionales, sulfatadoras de mochila o montadas sobre tractor. Se puede conseguir optimizar la aplicación empleando difusores a bajo volumen o ultra bajo volumen, que permiten reducir la cantidad de agua de disolución y facilitan la aplicación de la mezcla sobre las hojas evitando el fenómeno de goteo. Ciertos aparatos manuales están provistos de difusores de motor que permiten aumentar notablemente la distancia de dispersión del producto. También se puede aplicar utilizando una cuba con difusores trasladada mediante tractor.

d) Combinación de diversos métodos

Cuando el matorral es alto el tratamiento con herbicidas resulta ser muy caro e impracticable. Un método para conseguir una eliminación duradera del matorral es proceder en un primer tiempo a un desbroce cortando el matorral y aplicar en un segundo tiempo un herbicida sobre los brotes tiernos que surgen posteriormente. De esta forma el resultado perdura dos o tres años. La aplicación de glifosato antes de la plantación resulta mucho más barata ya que no hay que tener cuidado en no salpicar las plantas.

Si el matorral supera el diámetro máximo admitido por las desbrozadoras, se aconseja apear y trocear previamente los arbustos demasiado gruesos con motosierra. En una segunda etapa se trituran los restos y los arbustos delgados de manera mecanizada.

Una vez que la vegetación ha sido eliminada la parcela está lista para realizar los trabajos de preparación del suelo.

3.5.3 La preparación del suelo

Numerosos estudios han probado que se consigue un crecimiento inicial de la planta mucho mayor si el terreno está adecuadamente preparado. Esta labor se debe de adaptar al tipo de suelo y a las características del terreno. Los objetivos son los siguientes:

  • Incrementar el volumen de suelo colonizable por el sistema radical.

  • Facilitar la penetración de las raíces de las plantas mediante el mullido del terreno, mejorando la aireación del suelo.

  • Resolver los problemas de hidromorfía (encharcamientos, etc.)

  • Mejorar la capacidad de retención del agua incrementando la disponibilidad del agua para la planta.

  • Homogeneizar las condiciones del suelo a largo plazo: saneamiento, descompactación, enmiendas. Se consiguen repoblaciones homogéneas.

  • Facilitar las labores de plantación y/o siembra, lo que significa un menor coste de los trabajos.

  • Retrasar la competencia de la vegetación adventicia.

  • Facilitar la mineralización de la materia vegetal en descomposición.

  • Facilitar el anclaje de las plantas.

El método a emplear depende fundamentalmente de la profundidad y textura del suelo, de las características de la roca madre, de la climatología, de la pedregosidad, de la presencia de fenómenos de hidromorfía, del relieve, de la pendiente y de los accidentes del terreno, así como del tipo de planta a emplear (raíz desnuda o planta en envase). La preparación del suelo se puede realizar de distinta forma: puntual, en líneas, continuas o discontinuas, o en toda la superficie.

La preparación puntual consiste en acondicionar únicamente el lugar donde se va a situar la planta. Es recomendable en terrenos de fuerte pendiente que impide que el trabajo se realice de otra forma. Generalmente se trata de abrir hoyos bien de forma manual o bien de forma mecanizada. En este último caso se suele emplear una máquina retroexcavadora en terrenos con pendiente suave o un tractor de cadenas dotado de subsolador con orejeras en terrenos de fuerte pendiente.

subsoladores
subsoladores

subsoladores

Cuando sea posible, la preparación del terreno se realiza por líneas, trabajando la parte del terreno, en particular la textura y el régimen de aguas. Si no existen restricciones en la disponibilidad de agua, las líneas de laboreo, que corresponden a las de plantación, se orientan según el sentido de máxima pendiente. Es el sentido más fácil y con menos riesgos de vuelco para el trabajo del tractor de ruedas y de doble tracción, se puede trabajar hasta pendientes del orden del 30 al 35 % sin que esto suponga un riesgo. Para pendientes superiores, hasta el 40 - 45 % se puede trabajar con tractor de orugas. Es preciso controlar el riesgo de erosión en los terrenos con pendiente. Para ello se instalarán casillas o terracitas en el lugar de colocación de la planta. La casilla dispondrá de aliviaderos para el agua de tal manera que en la época de lluvias el agua sobrante se dirija hacia el terreno sin laborear y en épocas de escasez de lluvia el sistema recoja agua para la planta. De esta manera el probable lavado del suelo por la línea de plantación se evita.

A pesar de que los sistemas de preparación del terreno son muy variados dependiendo de las circunstancias de cada estación y de la maquinaria disponible, los casos más comunes en los montes gallegos son los siguientes:

a) Caso de terrenos más o menos sueltos, sobre roca disgregable

En este tipo de terrenos, el trabajo de subsolado o de subsolado completado con un pase de grada de discos da buenos resultados.

El subsolado consiste en hincar en el suelo un apero llamado rejón (ripper en inglés) y arrastrarlo mediante un tractor. Se trabaja a máxima profundidad (entre 50 y 70 cm.) de manera que se abren surcos y se rompen zonas compactadas en las capas inferiores del suelo. Esta operación es válida y muy provechosa ya que permite aumentar notablemente el volumen del suelo aprovechable por las raíces. Un gradeo posterior permite regularizar la superficie de la banda trabajada con el rejón y facilita la plantación. Por otra parte, puede reforzar el desbroce y contribuir a mantener la línea de plantación libre de vegetación más tiempo.

Cuando se trata de una finca donde haya riesgos de erosión (elevada pendiente, suelo frágil, lluvias importantes todo el año) es aconsejable trabajar de manera discontinua, levantando el apero cada 3 ó 4 metros.

Cuando se trabaje en terreno con poca pendiente, realizar un subsolado cruzado favorece el crecimiento inicial de la planta de pino y el buen anclaje del árbol.

Por otro lado, en fincas con suelo de poca profundidad sobre roca fácilmente disgregable (esquistos, pizarra), el subsolado doble da buenos resultados. Se trata de dar dos pases de subsolador con un solo rejón y separados aproximadamente 40 cm. Así se consigue una franja de terreno muy bien preparada para el desarrollo de la planta. Esta labor exige acondicionar el lugar donde va a ser instalada la planta.

Métodos de preparación del suelo

Métodos de preparación del suelo Métodos de preparación del suelo
Apertura manual del hoyo subsolado

b) Caso de un terreno arcilloso o pesado

En este caso es recomendable trabajar la línea de plantación con una grada de discos forestal que permita profundizar el trabajo hasta 30 - 40 cm. y airear el terreno. El subsolado no es recomendable.

El tempero del suelo en este tipo de terreno es fundamental. No se debe de trabajar cuando el terreno está muy seco porque es muy difícil de penetrar, ni cuando está muy húmedo porque se apelmaza y la planta no se podrá desarrollar correctamente.

c) Caso de un terreno húmedo, con problemas de hidromorfía

El pino insigne se emplea mucho en la parte central de Lugo (Terra Chá) y en la meseta interior de Coruña (Mazaricos, Negreira, Santa Comba, Mesía, Curtis ...), comarcas en las que abundan los terrenos con problemas de hidromorfía, tales como brañas, gándaras o turberas. En ellos se debe tratar de drenar el terreno y conseguir una suficiente aireación del suelo de manera que las raíces encuentren una fuente suficiente de oxígeno a la vez que se facilita la mineralización de la materia vegetal. En todo caso estos terrenos son poco recomendables para esta especie.

La preparación del terreno podrá requerir la apertura de zanjas de drenaje y en ocasiones la ejecución de caballones de suficiente anchura en la línea de plantación. Los caballones se realizan arando la línea en los dos sentidos con arado de vertedera. Se pueden hacer dos pasadas con un arado simple o una pasada con un arado con dos vertederas opuestas.

3.5.4 El marco de plantación

Desde hace algunas décadas la tendencia general en las plantaciones de pino insigne es ampliar los marcos de plantación, es decir, disminuir el número de pies por hectárea. Esta evolución obedece a distintos aspectos de la selvicultura moderna:

  • Acortar los turnos de corta, esto es, producir árboles de gran volumen en menos años.

  • Disminuir los gastos de repoblación, empleando menos plantas y de mejor calidad.

  • Disminuir los gastos de conservación de la masa: se hacen menos cortas de mejora y se podan menos pies.

  • Facilitar la mecanización de los trabajos selvícolas. La distancia entre planta y planta facilita el movimiento de la maquinaria en el monte.

La posibilidad de disponer de plantas de buena calidad y el desarrollo de las técnicas selvícolas como la poda, permiten reducir las densidades iniciales sin perder calidad en los productos finales. También, la sensibilidad del pino insigne a numerosas plagas y enfermedades hace necesaria la reducción de la densidad para favorecer la aireación de la masa y mejorar así su estado sanitario.

El marco de plantación

El marco de plantación

Por lo tanto se recomienda emplear un marco relativamente amplio con calles de anchura no inferior a 3,5 m. para posibilitar el empleo de tractor en los desbroces y una distancia entre plantas no inferior a 2,5 m. Como orientación general se puede decir que los terrenos buenos permiten emplear marcos más amplios.

Es conveniente resaltar que las bajas densidades de arbolado permiten otros aprovechamientos compatibles con la producción de madera. Es el caso de la producción de setas, tales como el Lactarius deliciosus, Erichilous sp. y Boletus sp. Con espaciamientos amplios es posible la introducción de ganado, aunque su presencia en masas jóvenes de pino insigne es muy poco recomendable por los daños que causa en el arbolado.

Si la finca es transitable con tractor en todos los sentidos (terrenos llanos o pendiente suave) se recomienda alinear las plantas en los dos sentidos. Esta precaución, si bien supone un coste inicial un poco más elevado, permite rebajar de manera significativa los costos de desbroce y de tratamientos selvícolas.

TABLA DE CORRESPONDENCIA ENTRE EL MARCO DE PLANTACIÓN Y EL NÚMERO DE PLANTAS POR HECTÁREA
DISTANCIA ENTRE LÍNEAS DISTANCIA ENTRE PLANTAS NÚMERO DE PLANTAS/HA.
3,5 m. 2,5 m. 1.140
4 m. 2,5 m. 1.000
4 m. 3 m. 830
3,5 m. 3,5 m. 815

La elección de un marco amplio evita hacer claras no comerciales. Este ahorro se puede invertir en operaciones de poda que permitan conseguir madera de mejor calidad y mejor precio y así contrarrestar el mayor crecimiento de las ramas, que siempre se producirá utilizando marcos amplios.

3.5.5 La plantación

La plantación es una labor fundamental y relativamente delicada, sobretodo si se emplea planta a raíz desnuda. Es preciso confiar esta labor a una cuadrilla experimentada y, en la medida de lo posible, vigilar la labor.

Época de plantación

Si se utiliza planta a raíz desnuda, la plantación debe realizarse a savia parada, salvo condiciones excepcionales. Dependiendo de la comarca, la época idónea en Galicia es desde finales de octubre hasta junio. El empleo de plantas con envase permite retrasar este último límite en un mes o dos siempre que el terreno tenga la suficiente humedad.

En las comarcas en las que se registran fuertes heladas en invierno, tal y como ocurre en el interior de Lugo, es preferible plantar a principios de primavera. En las comarcas con sequía en verano es conveniente plantar con las primeras lluvias de otoño.

Transporte y almacenamiento de la planta

El propietario y el contratista han de ser muy cuidadosos en esta operación. Las plantas deben viajar protegidas del sol y del viento.

La planta a raíz desnuda viajará protegida en sacos de tela y no debe de transcurrir más de 48 horas desde el arranque en vivero hasta la plantación. Si la planta tiene que esperar un tiempo superior en la parcela hasta la plantación es conveniente aviverarla, es decir, volver a ponerla en tierra.

El manejo de la planta con envase es mucho menos delicado ya que las raíces de la planta están más protegidas.

En todo caso conviene que el propietario esté presente en el momento de la recepción de la planta para controlar la calidad del material antes de la plantación. Pequeños incrementos en el precio de la planta se traducen en grandes diferencias de su calidad.

Plantación manual

Para ambos tipos de plantas, a raíz desnuda y envase, se tendrá cuidado en que no queden bolsas de aire en el suelo en los lugares de plantación. La raíz de la planta tiene que quedar siempre recta y nunca doblada. La planta debe de estar enterrada hasta el cuello de la raíz.

Es preferible dejar pasar un cierto tiempo entre la preparación del terreno y la plantación para que la compactación natural del suelo movido elimine las bolsas de aire que puedan producirse.

Para mejorar los rendimientos de la plantación con planta en envase se puede utilizar los tubos o bastones plantadores. Los rendimientos en terrenos en los que el lugar de plantación ha sido previamente acondicionado pueden llegar a 500 plantas/jornada utilizando los tubos plantadores.

La azada, pala recta, barrón o plantamón son herramientas manuales muy utilizadas en los trabajos de repoblación. Su uso depende del sistema de preparación del terreno y del tipo de planta (raíz desnuda o contenedor).

Las plantadoras mecánicas arrastradas por tractor son muy utilizadas en terrenos llanos, homogéneos, sin accidentes topográficos y de gran superficie de repoblación. En Galicia estos aperos son poco empleados.

Cuidados complementarios

La creciente presencia de animales salvajes, o ganado en los montes gallegos provoca numerosos daños en los repoblados de pino insigne: aplastamientos, descalce de la planta, descortezado, despuntado son daños frecuentes que suelen producir la mortandad de las jóvenes plantas.

En los lugares con riesgo de estos daños es preciso adoptar medidas preventivas. Para ello, se puede instalar un cierre en el perímetro de la superficie repoblada, o bien aplicar un tubo protector a cada planta.

Los cierres de hilo galvanizado o de mallazo hasta una altura de 1,75 m. impiden la entrada de los animales de mayor tamaño (caballo, vaca, corzo, jabalí, etc.), sin embargo no resulta efectivo para prevenir los ataques de roedores que pueden ser muy graves. En estos casos se recurre a los tubos protectores.

La pedregosidad superficial es un grave inconveniente para mecanizar los tratamientos selvícolas. En zonas de buena calidad de estación y con pendientes que permitan la mecanización de trabajos, la labor de despedregado se hace imprescindible. Si el tamaño del material lo permite, esta labor puede mecanizarse utilizando rejas arrastradas por tractor, o empleando el cazo de un tractor.

Defectos en la plantación

Defectos en la plantación Defectos en la plantación Defectos en la plantación
demasiado enterrada descubierta raíz doblada
Defectos en la plantación Defectos en la plantación
inclinada bolsas de aire en raíces

3.5.6 Fertilización

En la actualidad, la fertilización es una práctica corriente en las repoblaciones de los montes gallegos. La utilización de abonos tiene ventajas en cuanto a la supervivencia de las plantas, a su resistencia frente a la competencia del matorral y a su crecimiento inicial. Es una operación relativamente costosa tanto en producto como en mano de obra. Sin embargo, la garantía de que el pino domine rápidamente a la vegetación de competencia y que se produzca un crecimiento inicial muy rápido está extendiendo esta labor casi a la totalidad de las repoblaciones.

Para aplicar el abono adecuado a los distintos suelos gallegos es preciso conocer y reconocer las carencias o deficiencias en nutrientes. A continuación se indican algunos síntomas que permiten reconocer las deficiencias de nutrientes que se observan con mayor frecuencia en los suelos gallegos. Este diagnóstico ha de ser siempre confirmado por un experto ya que, normalmente, son varias las causas que producen un aspecto de deterioro en una plantación.

Las deficiencias de nutrientes en el suelo producen daños similares en todas las plantas. Los principales síntomas que manifiesta el pino insigne ante la falta de nutrientes en los suelos gallegos son los siguientes:

a) Deficiencia en nitrógeno

Se caracteriza por una clorosis (amarilleamiento) generalizada de las acículas, y por su pequeño tamaño. Las plantas se desarrollan muy poco y tiene un reducido número de ramas.

b) Deficiencia en potasio

Las acículas adquieren un color verde pálido que se convierte en clorosis en las puntas. El color de las puntas evoluciona a castaño o rojizo. Se puede fácilmente confundir con una deficiencia en magnesio y, de hecho, muchas veces se combinan.

c) Deficiencia en calcio

Las acículas de los extremos de las ramas de la parte superior se desecan y toman un color castaño. Las raíces se desarrollan muy poco. El follaje de la parte inferior conserva el color verde.

d) Deficiencia en fósforo

Las acículas situadas en los extremos de las ramas son más cortas, las puntas de color amarillo y se caen con facilidad. El árbol presenta un aspecto raquítico, con escasa ramificación.

Como norma general es conveniente emplear un abono complejo NPK para no descompensar un elemento con respecto a los demás. La aplicación debe ser localizada en cada árbol con el fin de evitar el fuerte estímulo de las malas hierbas, disminuir la pérdida de fertilizante por arrastre de la lluvia y también para rebajar los costes de la operación al utilizar menos producto.

Varias casas comerciales proponen abonos complejos (que contienen nitrógeno, fósforo y potasio como mínimo) adaptados a las exigencias de las plantas de pino insigne y a las carencias más corrientes de los suelos gallegos. Se pueden presentar bajo dos formas: abonos granulados o abonos en pastillas. El fertilizante se debe aplicar en el fondo del hoyo donde se vaya a situar la planta.

Conviene diferenciar los síntomas de una carencia de nutrientes del terreno con un debilitamiento de la planta ligado al encharcamiento del suelo o a daños producidos por hongos o insectos. En el caso de falta de aireación del suelo por hidromorfía se observa un debilitamiento de la planta de P. radiata marcada por fuertes clorosis. En los casos más graves, las plantas llegan a secar completamente. Sin embargo, la fertilización no resuelve el problema sanitario, el tratamiento adecuado es un drenaje del terreno.

Abonado: granulado (izda.), pastillas (dcha.)

Abonado: granulado (izda.), pastillas (dcha.)

Las clorosis producidas por daños de hongos o insectos tienen un carácter menos uniforme. Se presentan mezcladas plantas sanas y plantas afectadas.

Debido a la secuencia temporal del crecimiento de la planta es mejor utilizar abonos de liberación gradual (duración aproximada un año). La fertilización es más eficiente si se realiza a principios de la primavera cuando la planta inicia su desarrollo. Fertilizar en invierno conlleva dos efectos negativos: la planta no lo aprovecha y se pierde producto arrastrado por las aguas de lluvia.

Si la aplicación del abono se hace después de la plantación, se practicarán unos agujeros al lado de la planta con una barra de hierro, introduciendo el abono por el hueco. De esta manera no se favorece el crecimiento de las malas hierbas, aspecto muy negativo para los primeros años de crecimiento del pino insigne.

Las dosis habituales en Galicia van de 25 a 50 gramos de abono por planta. La composición debe elegirse de acuerdo con las deficiencias minerales que se han observado en el suelo.

Si el abonado se realiza en el mismo momento que la plantación los costes se reducen. En estos casos los precios medios de la fertilización en Galicia varían entre 10.000 y 12.000 pesetas por hectárea.

 

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