Estudio de evaluación técnica de
Repoblaciones Forestales
Índice
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5. RESULTADOS POR ESPECIES

5.2. Eucalyptus globulus.

La superficie de las parcelas medidas para esta especie fue de 128,45 Ha. repartidas en 40 parcelas, no superando la mayoría las 2,5 Ha., concentradas, dentro de la provincia de Lugo, en la zona de la Mariña lucense (Foz, Ribadeo, Mondoñedo, Viveiro).

La mayoría de las parcelas no superan los 2,5 años, siendo de 3 años sólo ocho de ellas y dos de cuatro. En las parcelas de uno a dos años se observó una altura de 1,5-2 m., con un máximo en una parcela con 4,64 m. (altura alcanzada dadas las especiales características del terreno), entre dos y tres años alcanzan una altura de 4-4,5 m., observándose un máximo en algunas parcelas en torno a los 6 m., llegando los árboles a una altura de 7,5-8 m. entre los tres y los cuatro años (Figura 2).

 

Figura 2.- Distribución de alturas en función de la edad.

La mayor parte de las parcelas medidas estaban situadas en terrenos que anteriormente estaban cubiertos de matorral, fundamentalmente tojo con alguna otra especie, seguido de terrenos que estaban cubiertos de arbolado, por lo que se pueden denominar como segundas repoblaciones, no pasando las plantaciones de los 600 m. de altitud, con pendientes que no suelen superar el 30% y generalmente en exposiciones de solana o intermedias. Las pocas parcelas que están en exposición de umbría se sitúan en cotas bajas.

Términos municipales con mayor presencia de repoblaciones eucalyptus globulus El 52,5% de las parcelas están sobre substratos pizarrosos, con profundidades situadas en los intervalos 30-60 cm. y 60-100 cm., siendo más frecuentes los segundos y con texturas mayoritariamente franco-limosas seguidas de las franco-arenosas y franco-arcillosas.

Los Términos Municipales en los que parece existir una mayor presencia de repoblaciones con esta especie tomando la referencia de las plantaciones realizadas dentro del marco de subvenciones citado, aparecen coloreados en el siguiente mapa.

La planta que más se utiliza, salvo casos aislados, procede de viveros permanentes (principalmente de viveros pertenecientes a las empresas de celulosa), tratándose de planta en envase de 1 savia, con contenedores de plástico de pared rígida y volumen reducido. La semilla es mayoritariamente obtenida en rodales gallegos.

En cuanto a los métodos de repoblación, el más empleado para la eliminación de la vegetación preexistente es el desbroce mecanizado por trituración (derivado del tipo de vegetación que cubría la mayoría de los montes repoblados) con un 62,5% de los casos y, en cuanto a preparaciones del terreno, el subsolado (52,5%), aunque también aparecen bastantes casos de ahoyado (37,5%).

Se ha podido observar que es frecuente en esta especie la fertilización. Suele hacerse con abonos complejos, y de forma claramente mayoritaria con 8-24-16 (57,5%).

Por otro lado, se ha visto también que los marcos de plantación más utilizados son el 3x3 y el 3x2 m., dejando siempre una calle al menos de 3 m. Del resto de los marcos encontrados podría comentarse también esta característica salvo en un par de parcelas cuyo marco es de 2,5x2,5 m.

Plantación de E. globulus de  3 años de edad con buen crecimiento en altura La mayoría de las repoblaciones de esta especie se realizan en primavera, en los meses de Marzo, Abril y Mayo, lo que se relaciona con el final del periodo de heladas, aunque el uso del envase permite prolongar la época de plantación hasta Julio sin que aumente significativamente el porcentaje de marras. Hay algunos casos en los que la plantación se realizó en otoño, en los meses de Noviembre y Diciembre.

El porcentaje de marras de las plantaciones es muy reducido, estando por debajo del 5% en un 80% de las parcelas medidas. Parece ser que las marras son independientes de la fecha de plantación. De forma puntual se observó un porcentaje elevado de marras (un 50% en una parcela) ocasionadas por cuervos que arrancan las plantas buscando lombrices y gusanos.

En lo referente al crecimiento en altura se encontraron dos casos singulares: en uno un crecimiento muy reducido debido a que tras un ataque de Botrytis cinerea se cortó la planta por debajo de la zona necrosada; el otro caso es una parcela que supera los 4 m. de altura con tan sólo 1 año, debiéndose este hecho a que la plantación se efectuó en un terreno rellenado con tierra procedente de un desmonte.

En comparación con parcelas no fertilizadas, el uso de 8-24-16 parece dar resultados positivos, ya que el 50% de las parcelas donde se usó presentan crecimientos buenos o muy buenos.

Salvo excepciones relacionadas con una excesiva exposición al viento del Norte se aprecia una relación importante entre la altitud y el crecimiento en altura. A altitudes inferiores a los 200 m. la mayoría de las parcelas pueden calificarse como buenas en crecimientos en altura, mientras que por encima los resultados son mediocres (tal como se puede ver en la Tabla 14). Como excepción se presenta alguna parcela con altitud eleveda en exposiciones especiales en los que los resultados de crecimiento en altura son buenos.

Parece ser también que el porcentaje de marras es menor en altitudes bajas. No obstante tampoco se encontraron porcentajes de marras excesivos en las parcelas situadas a mayor altitud. Esta información puede observarse en la Tabla 15.

 

Tabla 14.- Resultados de crecimientos en altura en relación con la altitud.

 > 2 años

Altitud

Crecimiento

0-200 m.

200-300 m.

300-400 m.

>400 m.

BB

1

0

0

1

B

6

1

0

0

R

2

0

0

0

M

1

2

1

2

MM

2

1

1

1

Tabla 15- Efecto de la altitud sobre el % de marras.

 

>2 años

Altitud

% de marras

<200 m.

200-400 m.

>400 m.

0-2

11

5

2

2-5

6

5

1

5-7

0

1

0

7-10

3

1

1

>10

0

0

3

 

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