Estudio de evaluación técnica de
Repoblaciones Forestales
Índice
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5. RESULTADOS POR ESPECIES

5.5. Pino de Oregón (Pseudotsuga menziesii).

Plantación de pino de Oregón de cuatro años de edad con muy buen crecimiento en altura. En la parte del estudio referente al pino de Oregón se han realizado parcelas en 21 plantaciones que ocupan una superficie total de 59,6 Ha., con una superficie media por plantación de 2,84 Has.

Las repoblaciones generalmente se efectúan sobre prados abandonados, alguno de ellos en proceso de colonización por el matorral, fundamentalmente por tojo, retama o ambos, con suelos de profundidad elevada y texturas franco-limosas o franco-arenosas.

Las plantaciones se localizan a altitudes elevadas siendo el rango más frecuente de 500 a 1000 m. de altitud. A menores altitudes se prefiere el pino radiata como especie de plantación, aunque las parcelas de pseudotsuga localizadas a menores altitudes han mostrado también buenos resultados de crecimiento en altura.

Los resultados iniciales de crecimiento son moderados (Fig.5). Así, al final del primer año pueden oscilar entre 30-60 cm. A los 4-5 años de edad, niveles normales de altura podrían ser 1,20-2 m. El arranque importante en el crecimiento en altura se produce a partir de esta edad con crecimientos anuales que se aproximan al metro e incluso lo superan. Se midió alguna parcela en este caso también cuya edad no se corresponde con las Ordenes de ayudas pero que fue medida para disponer de un mayor número de datos de crecimiento en altura. La parcela de mayor edad medida tiene 10 años y una altura media de 5 m. aproximadamente.

Figura 5.- Distribución de alturas en función de la edad.

La planta, normalmente, procede de viveros permanentes, siendo a raíz desnuda con dos savias la más empleada, observándose cierto empleo de planta en envase de dos savias. Las procedencias más utilizadas son la 041, 030, 08 y 452.

En la mayoría de las parcelas cuya vegetación anterior había sido prado no se realizó desbroce previo a la plantación y se realizó un desbroce mecanizado por trituración en los casos en los que la vegetación preexistente era de tipo matorral. Las preparaciones del suelo más empleadas son las puntuales de tipo ahoyado, realizado manualmente. Esta es una preparación del suelo muy frecuente en prados junto con el laboreo.

Es poco habitual la fertilización de las plantaciones de esta especie, el 75% de las parcelas no habían sido fertilizadas, utilizando en caso de realizar esta operación el 8-24-16 y las pastillas fertilizantes de liberación lenta. Por el contrario, sí es frecuente la realización de desbroces posteriores con motivo de eliminar la competencia tan perjudicial para la pseudotsuga que sobre ella ejerce durante los primeros años la vegetación herbácea y arbustiva.

Los marcos más empleados son el de 3x3, 3x4 y 3x2,5 m., marcos que normalmente son considerados como los más adecuados para esta especie en la actualidad, permitiendo una futura mecanización de toda la explotación.

En las parcelas preparadas mediante subsolado los crecimientos son mejores que en las preparadas por ahoyado, tal como se puede apreciar en la tabla que se adjunta (Tabla 18):

Tabla 18.- Efecto de diferentes preparaciones del terreno sobre el crecimiento en altura.

 

Crecimiento

Preparación del terreno

BB

B

R

M

MM

Hoyos

0

2

1

3

3

Subsolado

2

2

0

3

0

Laboreo

0

2

0

2

0

 

Lo mismo se puede decir con respecto a la profundidad del suelo (Tabla 19), aumentando el número de parcelas con un crecimiento en altura bueno o muy bueno al aumentar la profundidad del suelo, aunque esto sólo es perceptible en parcelas de edad igual o superior a dos años ya que el sistema radical tiene un mayor desarrollo.

 Tabla 19.- Resultado del crecimiento en altura en función de la profundidad del suelo.

 

Crecimiento

P. suelo

BB

B

R

M

MM

30-60 cm.

1

0

0

3

0

60-100 cm.

1

2

1

4

2

>100 cm.

0

4

0

2

1

El 67% de las parcelas tienen menos del 15% de marras y en algo menos de la mitad de las medidas, las marras están por debajo del 10%. Se apreciaron daños por corzo, conejos, topos y ratones (que roen las raíces o con sus galerías hacen que éstas pierdan contacto con la tierra quedando al aire), así como daños mecánicos. En ocasiones el alto porcentaje de marras es achacable a la fauna silvestre, en concreto se encontraron en el estudio cinco casos con daños intensos producidos por conejo y corzo.

Daño producido por Rhyaccionia buoliana en pino de Oregón. La actividad vegetativa, y por tanto las necesidades de agua y nutrientes, es mayor en la primavera, por lo que parece ser, de forma general, que el porcentaje de marras aumenta cuando la plantación se realiza a finales de primavera y en verano.

Otro de los problemas que hay que tener muy en cuenta es la posible existencia de competencia herbácea en los primeros años, por lo que se hace necesario realizar desbroces para eliminarla. Hay incluso alguna parcela en la que la competencia ejercida por la vegetación herbácea era tal que las plantas de pseudotsuga habían quedado totalmente ahogadas, aunque seguían vivas al haberse adaptado a condiciones de menor luminosidad. En estos casos habrá de tenerse cuidado al realizar el desbroce ya que al quedar la planta nuevamente a la luz directa del sol podría sufrir quemaduras.

El posible motivo por el que los propietarios aún no se deciden claramente a emplear esta especie es el escaso crecimiento que presenta en los primeros años, situación que se ve compensada con crecimientos más elevados a partir de los 3-4 años.

 

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