Manual de
Sistemas Silvopastorales
Índice
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3. OPERACIONES PREVIAS A LA INTRODUCCIÓN DEL GANADO


3.1. Acondicionamiento del pasto leñoso.

Si la biomasa del sotobosque es elvada es necesario, antes de la introducción del ganado realizar un tratamiento de aplastamiento, quema o roza de las especies leñosas del sotobosque, para favorecer el acceso del ganado al monte y el pastoreo de esas especies, ya que si el matorral es denso y presenta gran desarrollo es impenetrable y los animales no lo aprovecharán. El caballo come tojos incluso cuando presentan cierto grado de significación pero la cabra menos y, por supuesto, menos aún la oveja y la vaca.

Por lo tanto el matorral, especialmente si es denso, alto y lignificado, debe ser quemado o rozado para favorecer el rebrote de renuevos tiernos, más apetecibles y nutritivos y mejor controlados por el ganado.

La aplicación del desbroce por quema, método más aconsejable, desde el punto de vista económico, cuando es factible su realización, está limitada por las fuertes pendientes (que pueden hacer incontrolable el fuego), por la época del año (debe realizarse en otoño o primavera), por el día concreto de aplicación (debe ser un día con humedad relativa alta y velocidad del viento baja) por las condiciones edáficas (se debe aplicar sólo en suelos permeables, no calizos y bastante humificados), por la edad del arbolado y por la biomasa del sotobosque. La superficie afectada por esta operación no debe ser superior a 10-20 has. en el norte de la Península, donde la biomasa de matorral es más importante.

Antes de iniciar la quema se rodeará el área a desbrozar con un cortafuegos. La quema se iniciará por los linderos con otras masas arboladas, siempre en dirección descendente respecto a la ladera y por zonas a sotavento respecto a los vientos dominantes, aunque no haga viento ese día. Cuando se haya quemado una franja de anchura superior a los 20 ó 30 m. puede iniciarse el fuego en la parte más baja de la parcela, o por el lindero a barlovento, dejando que ambos frentes avancen aproximándose.

Este método tiene las ventajas de ser muy económico y mineralizar parte de la materia orgánica del suelo. Por contra, es una operación que puede no ser bien comprendida por la población rural, constituyendo un mal ejemplo de cara a las campañas estivales de prevención y extinción de incendios forestales.

Cuando la edad del arbolado y/o la elevada fitomasa del matorral hacen inviable el empleo del fuego, o no queremos utilizar este método de desbroce por otras razones, podemos acudir a otros métodos como son el aplastamiento del matorral, la roza manual o el desbroce mecanizado.

El aplastamiento pude realizarse, por ejemplo, haciendo circular entre los árboles un tractor pequeño de cadenas. Las matas se aplastan sobre el suelo y se rompen. La parte aérea se seca en gran parte y se descompone. Los brotes posteriores ya los controla el ganado.

La roza manual, en extensiones grandes, es inviable desde el punto de vista económico.

El desbroce mecanizado puede hacerse con motodesbrozadora, que presenta la ventaja de poder ser utilizada en terrenos no mecanizables y en masas arboladas densas, pero cuando la pendiente, rocosidad y densidad del arbolado permiten la circulación de la maquinaria suele ser más ventajoso el desbroce con desbrozadoras de eje vertical o de eje horizontal, de cadenas, martillos o cuchillas, que funcionan acopladas a la toma de fuerza del tractor.

 

3.2. Instalación de cercas alambradas.

Cuando utilizamos el modelo de pastoreo rotacional hay que cercar la superficie pastoreada y dividirla en el número adecuado de parcelas. Proponemos el empleo de cercas alambradas para el cierre del monte y la división del mismo en parcelas.

Nos referiremos a tres aspectos importantes:

  • Postes de madera y tratamientos de los mismos.
  • Instalación de las cercas.
  • Conservación de las mismas.

3.2.1. Postes de madera y tratamiento de los mismos.

Para realizar los cierres y divisiones recomendamos el empleo de postes de madera, que presentan ventajas frente a otros materiales tradicionalmente utilizados como el hormigón (menor precio y peso, mejor manejabilidad sin que se rompan y más fácil anclaje en el suelo) o el metal (mucho más baratos).

Las estacas de algunas especies autóctonas tienen considerable duración enterradas sin ningún tratamiento, siempre que estén constituidas por duramen en su mayor parte y no solamente por albura, tal es el caso de los postes de castaño y roble. También el duramen de falsa acacia o robinia es muy resistente. Los postes de salgueiro o sauce recién cortados en invierno, enraízan con facilidad y se convierten en postes vivos muy durables.

Si se utilizan trozas de eucalipto o pino tendremos que recurrir a un tratamiento con preservantes para prolongar su duración.

En el Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán se han realizado experiencias de tratamientos llegando a la conclusión de que los productos más apropiados, entre los ensayados, son el Basilit CFK (Cobre, Cromo, Flúor) y, sobre todo, el Tanalith C (Arsénico, Cobre, Cromo). Ambos productos se pueden utilizar disueltos en agua al 6% y dos técnicas sencillas con las que se consiguen buenos resultados son:

Inmersión prolongada. Las estacas han de estar descortezadas y es mejor que la madera esté seca. Se sumergen totalmente en la solución del producto durante 10 días, después de sacarlas se dejan secar durante un mes, a la sombra y preferiblemente envueltas en plásticos negros, para favorecer la difusión de los productos en el interior de la madera.

Figura 1.- Tratamiento de las estacas por el método de inmersión prolongada.

Sustitución de savia. Debe transcurrir el menor tiempo posible entre la corta de las estacas y el comienzo del tratamiento. Las estacas se descortezan unos 30 cm. por la base y la testa. La base se introduce en la solución preservante durante 8 días, manteniendo la testa al aire libre con lo cual la savia ascenderá y se evaporará en la testa, produciéndose una succión que hará ascender el conservante por los vasos o traqueidas. Después se sumerge la testa durante 4 días y luego se dejan secar a la sombra, igual que en el método anterior.

Figura 2.- Tratamiento de las estacas por el método de sustitución de savia.

En ambos casos las estacas deben estar afiladas previamente.

3.2.2. Instalación de las cercas.

Cerca alambrada para cabras y ovejas. Estacas de eucalipto tratadas por el método de inmersión total.

En las experiencias realizadas pro el Centro de Lourizán, para ganado mayor se utilizaron estacas de 2.20 m. de longitud, de eucalipto y pino, con una separación de 4 m. Para cabras y ovejas se construyeron cercas con malla de alambre galvanizado, de 93 cm. de altura, colocando 2 ó 3 hilos de alambres por encima. Para ganado mayor (caballos y vacas) es suficiente una cerca con 2 ó 3 hilos de alambre.


 

Figura 3.- Clavado de estacas en el terreno con un hincador.

3.2.3. Conservación.

Dada la elevada inversión que supone la instalación del cierre tiene gran importancia la conservación del mismo y, sobre todo, impedir que se vea alcanzado por el fuego, con lo que el alambre perdería el galvanizado y se oxidaría.

Una solución a este problema es la aplicación de fitocidas en franjas de 2 m. de ancho a ambos lados de las cercas con el fin de controlar totalmente el matorral y lograr que un eventual incendio se detenga antes de llegar a la alambrada o la atraviese un fuego de baja intensidad.

 

Figura 4.- Eliminación del matorral que rodea las cercas mediante herbicidas.

 Se pueden recomendar los siguientes fitocidas:

  • Productos selectivos (que respetan las gramíneas). TRICLOPIR (principio activo) en dosis de 6-8 l/ha. de producto comercial. Es mejor aplicarlo en primavera a los brotes tras una roza. La mejor forma de aplicación es en Ultra Bajo Volumen.
  • Productos totales. GLIFOSATO y SULFOSATO (principios activos), con las mismas dosis y recomendaciones que el producto anterior.

 

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