Manual de
Sistemas Silvopastorales
Índice
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9. CONTROL DEL COMBUSTIBLE VEGETAL


Efectos del pastoreo de cabras sobre el matorral. Xermade (Lugo)

Además de incrementar la producción del monte, estos sistemas silvopastorales favorecen el control del combustible vegetal del sotobosque y, en consecuencia, se consideran una técnica de prevención de incendios forestales.

Hay algunas experiencias en Galicia con buenos resultados desde este punto de vista, por ejemplo:

A. El eucaliptar de eucalipto blanco del monte Coto do Muiño (Zas. La Coruña) propiedad de ENCE, donde la altura del matorral en parcelas no pastoreadas es de 150 cm., mientras que en las parcelas pastoreadas es de 30 cm. La biomasa del sotobosque varía de 45 toneladas de materia verde por hectárea en parcelas sin pastorear a 10 en las pastoreadas.

El resultado desde el punto de vista de prevención de incendios es muy positivo ya que apenas se ha visto afectado por los incendios en los últimos años, mientras que se han quemado superficies importantes en los alrededores.

Recuperación del matorral (tojos) al suprimir el pastoreo de lignívoros (cabras). Marco da Curra (La Coruña).

La carga ganadera general es de 1 cabra cada 2 ha. y 1 caballo cada 4 ha. El pastoreo es continuo o libre. El sistema silvopastoral se estableció hace 25 años.

B. El pinar de Marco da Curra (Monfero, La Coruña), donde la biomasa del sotobosque pasó de 40-50 toneladas de materia seca por hectárea, antes de introducir el ganado, a 0.5-2 en las parcelas pastoreadas y la altura media del matorral de 2 m. a 10- 15 cm.

Recuperación de las matas de tojo al suprimir el pastoreo de cabras. Marco da Curra (La Coruña). Efectos del pastoreo de caballos sobre el matorral. Xermade (Lugo).

En este caso el sistema silvopastoral se estableció hace unos 12 años. El pastoreo es rotacional, con un tiempo de ocupación de 1 mes y un tiempo de reposo de 3 meses. El ganado se maneja en un sólo grupo y el número de parcelas es cuatro. La carga ganadera general inicial fue de 2 cabras por hectárea (carga instantánea de 8 cabras por hectárea). La vegetación ha ido evolucionando desapareciendo las especies leñosas y extendiéndose las herbáceas, lo que aconsejó ir variando la composición del rebaño y la carga ganadera, que al tercer año se estabilizó en 1 cabra y 3 ovejas por hectárea de carga general (4 cabras y 12 ovejas por ha. de carga instantánea).

Estos resultados experimentales explican la eficacia del pastoreo en relación con la reducción del combustible vegetal del sotobosque en las repoblaciones forestales. Así, por ejemplo, en montes repoblados con eucaliptos blancos la biomasa del sotobosque en zonas pastoreadas es un 80% menor que en las no pastoreadas.

En montes de pino del país, la fitomasa aérea del sotobosque se incrementa a un ritmo de 5 toneladas por hectárea y año en parcelas acotadas al pastoreo, lo que supone un grave peligro de cara a los incendios forestales. Figura 6.

 

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