Manual técnico de selvicultura del
PINO PINASTER
Índice
ÍNDICE

 

1. INTRODUCCIÓN

  El pino pinaster, cuya denominación científica es Pinus pinaster Ait., es una conífera natural de la región mediterránea occidental y de la fachada atlántica, y que constituye masas forestales en Francia, España, Portugal, Italia, Marruecos, Argelia y Túnez.

Figura 1. Mapa con el área ocupada por el pino pinaster en la Península Ibérica y suroeste de Francia.

 

En España es el pino que ocupa de forma natural mayor superficie, siendo también con el que más se ha repoblado. Dentro de esta especie se distinguen dos subespecies: la atlántica, que ocuparía el norte de Portugal, noroeste de España y suroeste de Francia, y la mediterránea, que ocuparía el resto del área.

 

Breve descripción botánica

  El pino pinaster es un árbol de la familia de las pináceas, al igual que otras especies que se plantan en el noroeste de España (pino insigne, pino silvestre, piñeiro manso o piñonero). Alcanza una altura de 20 a 30 metros como norma general, aunque en condiciones excepcionales se han medido pinos que rondan los 40 metros.

  El tronco tiene tendencia a ser flexuoso, sobre todo si lo comparamos con el pino insigne o el silvestre. El grado de rectitud depende sin embargo mucho de las razas y de la calidad de la estación. El sistema radical es bastante desarrollado y profundo, sobre todo en los suelos con fondo, lo que le confiere una buena resistencia al viento. Las ramas aparecen a lo largo del tronco agrupadas en verticilos. Cada uno de esos grupos de ramas corresponden a un crecimiento en altura. La forma de las ramas suele ser de candelabro.

Detalle del crecimiento anual

  La copa es piramidal en los pinos jóvenes, luego se va haciendo redondeada e irregular. En los pinos viejos la copa es muy reducida en relación a la altura del árbol. El follaje deja pasar bastante luz al suelo, lo que redunda en la abundancia de sotobosque, constituido muchas veces por matorral heliófilo.

  La corteza ya es áspera en los pinos jóvenes, luego se hace gruesa y muy resquebrajada. En general el porcentaje de corteza es muy elevado, lo que es un inconveniente para el aprovechamiento de la madera. En Galicia hay pinos con excelente crecimiento y forma, que presentan corteza más fina y lisa y que se denominan vulgarmente pinos femia.

  Los ramillos son fuertes y de color pardo-rojizo, presentando hojas aciculares que van en grupos de dos. Estas son de color verde oscuro, muy largas y gruesas, con punta fuerte y punzante. Las flores masculinas aparecen en espigas a lo largo del extremo del crecimiento anual, son amarillas y de 1 a 2 centímetros de largas. Los conos femeninos son pequeños, de color rojo a violeta y aparecen en grupos de 2 o 3 en el extremo del crecimiento, y solo en la parte superior de la copa.

  Las piñas, que tardan dos años en madurar, son muy grandes y punzantes en el extremo de las escamas. Una vez abiertas por efecto del calor suelen persistir bastante en el árbol. Los piñones son pardo-cenizos, con ala ancha y oscura, de buen sabor aunque pequeño tamaño si se comparan con los del piñeiro manso o piñonero.

  Los pinos pueden tener cada año uno o dos crecimientos en altura. El segundo, si existe, da lugar a un verticilo de ramas de menores dimensiones, por lo que si contamos el número de verticilos importantes podremos conocer de forma aproximada la edad del árbol. Esto es casi imposible en los pinos viejos, que habrán perdido las ramas de la parte inferior del tronco.

Figura 3. Especies de coníferas que aparecen más frecuentemente en los montes del noroeste de España. (Pino silvestre, pino pinaster, pino piñonero y pino insigne).

 

Empleo en Galicia

En Galicia, donde recibe los nombres vulgares de pino gallego, piñeiro do país o piñeiro bravo, parece haber estado presente como especie natural, aunque de forma bastante puntual y asociado a los arenales costeros. Pero sin duda la gran expansión de su área se debe a la acción del hombre, que utilizó este árbol en repoblación desde el siglo XVIII. Esas repoblaciones fueron realizadas por los mismos campesinos, que sembraban en sus fincas semilla procedente de Portugal, a menudo en mezcla con cereal o tojo.

 En el siglo XIX el pino pinaster se extiende por toda la Galicia costera y por el occidente asturiano, siempre en cotas bajas.

 Ya en el siglo XX son las administraciones públicas las que, con sus programas de repoblación, más aumentan la superficie ocupada por esta especie. Se consiguen unos resultados desiguales en cuanto a calidad de las masas, ya que en ciertos casos se empleó en condiciones estacionales límite, o bien se partió de semilla de origen no adecuado. La actividad selvícola desarrollada se liga a una floreciente industria de aserrado, casi siempre de carácter familiar.

 En la actualidad, y si se comparan los datos de superficie dados por los inventarios forestales, se aprecia una reducción de las 621.000 ha existentes en 1972 a 470.000 ha en 1986. Esto se debe sobre todo a la sustitución por el eucalipto, especie que en la zona costera se prefiere por su rapidez de crecimiento y que ha regenerado con facilidad tras los incendios. Los propietarios privados han perdido en buena parte su interés por repoblar con el pinaster.

 Sin dudar de las excelentes aptitudes productivas del eucalipto y pino radiata, creemos necesario hacer las siguientes consideraciones:

  

Consideraciones sobre el pino pinaster

1.- El pino gallego es un árbol enormemente frugal que vive y crece sobre suelos muy someros, arenosos y poco fértiles, donde otras especies no serían una alternativa productiva.

2.- El pino gallego resiste más el frío que el eucalipto, pudiendo usarse en repoblación a altitudes limitantes para este (500 - 800 metros).

3.- El pino pinaster tiene facilidad para regenerar de forma natural, por lo que con los cuidados selvícolas necesarios pueden ahorrarse los costes de repoblación tras la corta final.

4.- El paisaje costero gallego ha estado caracterizado durante más de 300 años por la presencia del pino del país.

5.- Las mejores calidades de pino gallego costero ofrecen unos crecimientos medios máximos de unos 20 m3/ha año, con turnos de corta de 30 años, lo que indica la capacidad productiva de nuestro pino.

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