Manual técnico de selvicultura del
PINO PINASTER
Índice
ÍNDICE

 

7. PLAGAS Y ENFERMEDADES

Los árboles de la especie Pinus pinaster sufren el ataque de una serie de organismos fitopatógenos, sobre todo de insectos y hongos. Vamos a revisar los principales y las medidas que se deben tomar para su control.

 

Defoliadores

Daños provocados por procesionaria del pino Larvas de último estadio de Procesionaria del pino

 Dentro de los insectos quizás el de mayor repercusión sea la Procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) que causa fuertes defoliaciones; no obstante Pinus pinaster está encuadrado dentro del segundo grupo en orden a la susceptibilidad, siendo por ejemplo mucho mayor la del pino insigne. Otros daños son los causados por los pelos urticantes en personas y animales, provocando alergias pulmonares e irritación en piel y ojos.

 Los síntomas característicos de presencia de Procesionaria son los clásicos bolsones o nidos de invierno que forma en las ramas de una manera definitiva a partir del tercer estadio de desarrollo y los prenidos construidos con seda, más ligeros y menos voluminosos, que construye durante el verano y el otoño.

Para su control se utilizan tratamientos químicos de forma masiva con productos inhibidores del crecimiento como Diflubenzurón, Hexaflumurón, Triflumurón o Bacillus thurigiensis. Como estrategia de lucha es importante la lucha integrada mediante el empleo de feromonas sexuales colocadas a comienzos de Julio; con ello logramos conocer la curva de vuelo y la época aproximada de eclosión de los huevos que tendrá lugar entre 30-40 días después del apareamiento, momento en el que comenzarían los tratamientos. No debemos olvidar la marcada diapausa de 2 a 4 años que tiene Procesionaria del Pino: esto es importante, pues cada 4 años se pueden producir ataques de mayor importancia. Si el ataque es poco importante se puede recurrir a cortar las ramas que tienen los bolsones (nidos de invierno) o prebolsones (verano-otoño) y posteriormente quemarlos.

 

Perforadores

Ips sexdentatus

Daños provocados por Ips sexdentatus

 Se trata de un perforador perteneciente a la familia de los Scolytidos. De adulto mide de 5.5-8 mm de longitud. Generalmente tiene 2 generaciones al año y en algunos casos 3. La ivernación la realiza en forma de larva o de ninfa debajo de la corteza de los pies afectados. Los síntomas y daños que provoca son desecación de las acículas como consecuencia del corte de fluido en los vasos, resinación y las típicas galerías debajo de la corteza; éstas comprenden una zona central de la que parten de 3 a 5 galerías maternas de 15 a 35 cm de longitud. De estas galerías parten en sentido perpendicular las galerías larvarias.

 En general los Scolytidos son parásitos de decaimiento, por lo que como medidas culturales para su control se aconseja:

  1. Cortar y quemar las ramas afectadas.
  2. Arrancar y quemar los pies muy atacados.
  3. Favorecer las medidas culturales apropiadas para un buen crecimiento y vigor de los árboles: evitar los excesos o la falta de agua y aportar abonados suficientes y equilibrados.
  4. Evitar el almacenamiento de madera cerca de las plantaciones.
  5. En caso de ser necesario el tratamiento con productos químicos, éste se realizará durante los períodos de emergencia de adultos con alfacipermetrin, deltametrin (en tratamientos localizados y árboles cebo) y fenitrotión (en tratamientos localizados y árboles cebo).

 

Hylobius abietis

 Se trata de un perforador muy dañino, sobre todo en repoblaciones. Tiene una generación al año, aunque puede tener dos, invernando en forma de adulto entre la hojarasca del suelo o en las cámaras de pupación.

Los adultos roen la corteza en placas irregulares de 1 a 2 cm. Hylobius puede descortezar completamente las plantas jóvenes y provocar su muerte. Los períodos de daño se producen de Abril a comienzos de Julio, en caso de tener dos generaciones al año se produce otro período de daño en Agosto-Septiembre. La higiene del monte es el mejor método para evitar la excesiva reproducción de esta especie. En caso de tener que realizar una intervención química, ésta irá dirigida contra los adultos en los períodos de Abril-Mayo y Agosto-Septiembre, y los productos utilizados serán alfacipermetrin a la dosis de 0.03-0.04% del formulado o deltametrin a la dosis de 0.01-0,02% del formulado (siempre en tratamientos localizados o árbol cebo).

  

Chupadores

 

Matsucoccus feytaudi (Chupador) Homóptero Margarodidae

 Se trata de una cochinilla específica de Pinus pinaster. Se conoce su presencia en Galicia desde hace unos 20 años en los que no ha causado ningún tipo de problema. Este insecto, causó graves daños en Francia en el macizo de Maures y Esterel. Aunque su ciclo en España no está bien estudiado, parece que tiene una generación al año, coincidiendo con condiciones ecológicas desfavorables. Los daños son provocados por las larvas al fijarse en el fondo de las hendiduras de la corteza del tronco, clavando sus largos estiletes, lo que da origen a abundante resinación, a un amarilleamiento de los brotes a partir de la base del árbol y posteriormente a su muerte.

 Los daños primarios inducen a un debilitamiento de los árboles, lo que provoca la aparición de perforadores como Pissodes notatus o Tomicus piniparda. Hasta el momento no ha sido necesario realizar medidas de control.

 

Leucaspis pini

Leucaspis pini sobre acículas

 Se trata de un chupador de color blanco, con forma de mejillón, que se encuentra sobre acículas de pino. Su daño es más aparatoso que peligroso: los ataques suelen ser localizados, los árboles atacados pierden las acículas (incluso puede secar alguna ramilla), pero no existe peligro de muerte.

 En caso de ser necesario tratar se puede hacer con una emulsión acuosa de un aceite mineral, en dosis de 1 a 2% durante el período vegetativo o con emulsiones acuosas de malatión al 0,2% de producto activo.

 Otros insectos que también pueden afectar a árboles debilitados de Pinus pinaster son: Tomicus piniperda, Hylurgus ligniperda, Orthotomicus erosus. Sobre piñas se observan con frecuencia larvas de Dioryctria mendacella y de Pissodes validirrostris, pero sin constituir demasiados problemas. Sobre acículas es frecuente encontrar algún lepidóptero minador de escasa importancia.


  

Enfermedades

Síntomas provocados por los rojos criptogámicos

 Respecto a problemas patológicos, en estos momentos son dos los que causan serios daños al Pinus pinaster: de un lado los provocados por la podredumbre radicular y de otro los denominados rojos cryptogámicos. Armillaria mellea sensu lato se encuentra ampliamente distribuida en Galicia sobre coníferas habiéndose detectado también la presencia de Armillaría ostoyae.

 Armillaria ataca a árboles jóvenes cuando el sistema radicular presenta alguna herida, o bien a árboles en condiciones ambientales estresantes o de decaimiento de las plantas como sequía persistente, frío, asfixia radicular, humedad de suelo, compactación de suelo, ataque de insectos defoliadores o replantación sobre suelos infectados. Su propagación se efectúa por rizomorfos o por contacto entre raíces enfermas y sanas. Los síntomas para detectar presencia de Armillaria son:

 Sobre la parte aérea:

  • Amarilleamiento y caída prematura de acículas.
  • Muerte de ramillas y después de ramas, sobre todo en verano.

 Sobre la parte subterránea y cuello:

  • Entre la corteza y la madera aparición de un fieltro blanco y espeso con la consistencia de piel de gamuza que se extiende en abanico. Presencia de Rizomorfos a modo de cordones aplanados de color blanco o marrón.
  • La madera presenta una podredumbre fibrosa y seca.

 En la zona (plantación):

  • Aparición de rodales decaídos y posteriormente muertos. Todo lleva a la destrucción del sistema radicular con lo que se perturba la alimentación del árbol atacado, provocándole en poco tiempo a la muerte.
  • No existen por el momento medidas de control eficaces, por lo que la estrategia de lucha va encaminada a favorecer el vigor de las plantas mediante medidas culturales adecuadas. A la hora de plantar, es preferible escoger las zonas con suelos ligeros y aireados. Se debe evitar plantar sobre lugares previamente infectados. Es necesario arrancar y quemar los árboles enfermos y las plantas aparentemente sanas de las proximidades. Las zonas donde se arrancó un árbol con Armillaria pueden desinfectarse con dazomet o con un producto de desinfección total.

 Provocando rojos cryptogámicos sobre acículas nos encontrarnos con los Lophodermium, sobre todo Lophodermium pinastri, Lophodermium seditiosum y Lophodermium conigenun así como sus formas imperfectas Leptostroma pinastri y Leptostroma pinorum.

 

Es frecuente observar, durante la primavera, enrojecimientos espectaculares de los pinos; las acículas se vuelven marrones y terminan por caer, parcial o totalmente. Estas anomalías son a veces preocupantes cuando se manifiestan sobre numerosos individuos al mismo tiempo. Los factores que provocan la aparición de los rojos cryptogámicos son sobre todo los veranos lluviosos y la altura de las plantas: las esporas solo son proyectadas a escasa altura, es decir, los árboles se ven afectados en su tercio inferior.

Los síntomas, como ya apuntamos, son enrojecimientos de las acículas y sobre las acículas secas desarrollo de fructificaciones en forma de grano de café, de alrededor de 1 mm, hacia el mes de Junio.

La contaminación se produce a partir de las fructificaciones, sobre acículas secas, que se encuentren fundamentalmente en el suelo. Así pues todas las medidas que puedan acelerar el crecimiento de los pinos en la edad más joven resultarán más favorables: eliminación de malas hierbas, aireación de las masas, eliminación de los restos de poda y si fuera posible de las acículas caídas, pero todo ello solo es posible en viveros.

La lucha química es difícil pero podría realizarse cuando se produjeran infestaciones importantes, sobre todo en viveros, con ciproconazol a razón de 80 ml de producto comercial por hectolitro.

Otro hongo que provoca enrojecimiento de acículas es Cyclaneusma niveum. Este hongo se encuentra ampliamente distribuido en el mundo. Bajo ciertas condiciones ambientales provoca la caída prematura de las acículas. En general, la infección tiene lugar hacia mediados de invierno; varios meses después, se desarrolla una etapa de incubación sin síntomas hasta que al verano siguiente las acículas toman un color amarillento o rojizo y caen al suelo. Desde septiembre y hacia el invierno se forman en las acículas los cuerpos de fructificación, que son de color crema claro y al absorber humedad toman una forma abultada como cojinetes, de modo que la epidermis es empujada hacia afuera abriendo un par de puertas. Se pueden tomar, para su control, las mismas medidas que para Lophodermium.

Otros hongos encontrados frecuentemente sobre acículas son Pestalotia funerea, Sphaeropsis sapinea o Botrytis cinerea. Así mismo, es frecuente encontrarse, como consecuencia de las quemas de los restos de podas en los montes a Leptographium gallaeciae.

Otros agentes que nos podemos encontrar con cierta frecuencia son las Royas de los Pinos, sobre todo Coleosporium senecionis y Melampsora pinitorqua. Los síntomas de presencia de Coleosporium senecionis son la aparición sobre las acículas de protuberancias marrones, espermagonios, en Marzo, y de vesículas blancas, ecidias, durante Abril-Mayo. En el caso de Melampsora pinitorqua los síntomas sobre pino se presentan mediante la deformación característica en forma de "S" de los brotes a partir de Mayo-Junio. En ambos casos terminan secándose las acículas y los brotes, respectivamente, de los pinos. Los factores favorables para el desarrollo de estas royas son temperaturas entre 15 y 20 ºC y humedad, así como la presencia del huésped alternativo. La mejor forma de controlar estas royas es eliminando los huéspedes alternativos, en este caso el senecio y los chopos.

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