10. EFECTOS ECOLÓGICOS Y SOBRE EL ARBOLADO 10.1. Efectos sobre la flora y vegetación. La composición florística del sotobosque varía debido a la acción del pastoreo. El pastoreo con ganado lignívoro favorece a las especies herbáceas, que se extienden en detrimento de las leñosas. Las especies leguminosas leñosas apetecidas por el ganado (tojos y retamas) reducen su presencia, lo que puede explicar la disminución del contenido de N en el suelo, ya que estas especies fijan el nitrógeno atmosférico a través de una relación simbiótica con bacterias. Las especies arbóreas frondosas autóctonas que crecen entre pinos y eucaliptos pueden verse dañadas y se dificulta o se imposibilita su regeneración natural. También se ve dificultada la regeneración natural de los pinos. Especies raras o en peligro de extinción pueden verse amenazadas por el pastoreo. En cuanto al crecimiento del arbolado, tanto en altura como en diámetro, no parece verse afectado por el pastoreo en los 20 años que se llevan siguiendo las experiencias realizadas. Mejora en las parcelas aclaradas, lo cual es lógico al disminuir la competencia entre los árboles, y en las fertilizadas, ya que éstos también se benefician de los nutrientes aportados. 10.2. Efectos sobre el suelo. Ya hemos indicado que la desaparición de las matas de leguminosas, al ser más apetecidas por el ganado, supone una disminución del aporte de nitrógeno al suelo, pero este inconveniente se compensa con el aporte de nutrientes mediante las deyecciones (que se estiman por ejemplo en 600 Kg al aflo por cabra, lo que supone un aporte anual de 5.5 unidades de N, 3.5 de P y 5 de K por animal). Cuando la vegetación del sotobosque cubre el suelo en una fracción inferior al 90% y la pendiente del terreno supera el 20-30%, el peligro de erosión se acentúa con el pisoteo del ganado, sobre todo si son cabras, animales saltarines que ejercen importante presión con sus pezuñas sobre el suelo. La compactación del terreno debido al pisoteo del ganado tiene inconvenientes como son la menor aireación del mismo, la reducción de la capacidad de infiltración del agua y la dificultad para el desarrollo de las raíces y para la regeneración natural de algunas especies arbóreas. Como ventajas podemos indicar que impide o hace disminuir la invasión del helecho común, que es frecuente en montes pastoreados. La compactación depende fundamentalmente del tipo de ganado, de la carga instantánea y de las características del suelo, y es mayor si se realizan quemas periódicas.