Manual de
Sistemas Silvopastorales
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7. IMPLANTACIÓN DE PASTIZALES BAJO EL ARBOLADO


Pastizal implantado bajo pinar de pino bravo o del país (Pinus pinaster). Marco da Curra (La Coruña).

En Galicia se han realizado experiencias sobre la sustitución del sotobosque por pasto artificial, en repoblaciones adultas de pino del país y eucalipto blanco, por métodos de laboreo mínimo o sin laboreo.

Por ejemplo, en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo se estudió el comportamiento del raigrás inglés, dactilo, trébol violeta y trébol blanco, solas y en mezclas, establecidas por mínimo laboreo en un pinar de pino del país de baja densidad, llegándose a las conclusiones siguientes:

  • Es posible convertir el sotobosque de un pinar en pastizal mediante siembra por mínimo laboreo, abonado y pastoreo con ganado.
  • De las dos gramíneas probadas es el dactilo la que dio mejores producciones y persistió durante más tiempo. El raigrás inglés se establece bastante bien pero no persiste.
  • Los tréboles necesitan cal, fósforo y potasio para establecerse. La contribución del trébol blanco a la producción de las mezclas fue muy escasa, mientras que el trébol violeta contribuyó con un 25% a la producción de sus mezclas con gramíneas.
  • Los pinos adultos presentan buen aspecto, no observándose efectos negativos sobre ellos.
  • Las plántulas de pinos, nacidas de las semillas caídas, desaparecen como consecuencia del pastoreo.

Si se quiere establecer pasto bajo eucaliptal por métodos sin laboreo, debemos realizar la siembra sobre el suelo mineral, tras una quema controlada del matorral y de los restos del eucalipto. Un momento adecuado para realizar esta operación es después de la corta del arbolado, ya que en esa situación se puede realizar una quema bastante intensa sin perjudicar el rebrote de los eucaliptos y durante algunos años llegará bastante luz al suelo, con lo que la producción y persistencia del pasto será mayor.

Con la implantación artificial de pasto bajo el arbolado el valor pascícola del sotobosque mejora cualitativa y cuantitativamente, como se pone de manifiesto en los datos que se muestran en la tabla 7.

Tabla 7.- Producción de pasto en pastizal implantado bajo eucaliptal (Coto do Muíño, Zas. La Coruña). Toneladas de materia seca por hectárea.

 

1er año

2º año

3er año

4ºaño

5ºaño

6ºaño

año

Pastizal artificial

36,1

33,3

21,5

12,2

17,7

15,5

9,8

Testigo

6,1

8,4

10,7

4,8

2,1

12,3

7,3

 

Invasión de especies de matorral en pastizal implantado sobre terreno cubierto de matorral. Marco da Curra (La Coruña).

Recomendamos la siembra sin laboreo (quema controlada del matorral, siembra y fertilización) cuando no sea posible la mecanización, debido a la densidad del arbolado, existencia de tocones, pendiente, pedregosidad, rocosidad, etc ...; en otros casos el laboreo mínimo (desbroce, gradeo con discos o fresado, fertilización, siembra y rulado) es más aconsejable, pues facilita el establecimiento de las especies pratenses. Una mezcla pratense que suele dar buenos resultados es la que se muestra en la tabla 8.

 

Tabla 8.- Mezcla de especies, y dosis, recomendada en la implantación de pastizales bajo arbolado.

Especies

DosisKg./Ha.

Dactylis glomerata (dactilo)

30

Lolium perenne (raigrás inglés)

10

Trifolium repens (trébol blanco)

4

Las dosis son más altas que en el caso de los pastizales no arbolados para compensar las mayores dificultades de establecimiento. Del dactilo y del raigrás se deben utilizar variedades autóctonas o asimiladas. De trébol blanco suele ir bien la variedad "huia" y la semilla debe inocularse con las cepas de bacterias fijadoras de nitrógeno adecuadas.

Es importante encalar, en una proporción de 2.000-3.000 kg./ha. de caliza dolomítica, y realizar una fertilización de implantación con 50 unidades de fósforo y 25 unidades de nitrógeno. Este último fertilizante debe aplicarse una vez germinadas las especies pratenses. Esta fertilización mínima debe aportarse también anualmente, como abonado de restitución. Son dosis relativamente bajas si las comparamos con las habituales en los pastizales no arbolados, pero debemos tener en cuenta que la producción será también inferior.

En estos sistemas silvopastorales debemos tener en cuenta que la producción forrajera varía con la densidad del arbolado, por lo cual hay que buscar un equilibrio entre la producción de madera y la de forraje a través de una densidad adecuada del arbolado. Para una aceptable producción de pasto bajo el arbolado la densidad de éste no debería superar los 500 pies/ ha. En la siguiente figura (Figura 5) se aprecia la influencia de la cobertura del arbolado sobre la productividad del sotobosque.

 

Figura 5.-Variación de la producción forrajera con la densidad.

 

 

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