Manual de selvicultura del
Castaño en Galicia
Índice
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10. CALIDAD DE LA MADERA DE CASTAÑO

10.1 OBJETO DE LA SELVICULTURA: MADERA DE CALIDAD

El castaño es una de las especies forestales más importantes y apreciadas por la calidad de su madera, que tiene multitud de aplicaciones.

El precio de la madera de castaño evoluciona en constante ascenso, debido principalmente al déficit existente en Europa y debido a la gran demanda internacional de maderas nobles. Alguna vez fluctúan los precios debido a una producción irregular de madera aserrada de castaño, que en parte se debe al irregular suministro de rolla que reciben los aserraderos.

El castaño destinado a la producción de fruto no tiene un gran interés maderero. En efecto, el árbol injertado presenta tronco grueso, corto y con muchas ramas. Además, el árbol añoso suele presentar oquedades en el tronco principal debido a las podas, siendo sólo aprovechables para madera las ramas rectas de algunas variedades. Por otra parte, comparando madera limpia de defectos, la de castaño silvestre (castaño bravo) es de mejor calidad que la del injertado.

Árbol hueco (carocha) característico de souto degradado en Fonsagrada (Lugo).

Existen numerosos clones híbridos de castaño resistentes a la enfermedad de la tinta y cada uno de estos clones corresponde por tanto a un individuo con determinadas características genéticas que regulan en parte su aptitud como productor de madera, por lo que cada variedad tiene una madera de calidad diferente.

La madera de castaño es de color marrón amarillento, de aspecto parecido al roble pero sin las líneas brillantes, el lustre, el tono oscuro y el peso que caracterizan a éste. Es menos resistente a los esfuerzos que la madera de roble pero es más fácil de trabajar y más estable (una vez seca no hincha ni contrae ni se tuerce apreciablemente frente a las variaciones de humedad). Se sierra, raja, pule, clava, atornilla, lija y tiñe bien. Se curva mal en verde pero bien en seco. Exige un secado lento y cuidadoso, para evitar grietas y deformaciones.

El peso de la madera recién apeada es aproximadamente de 900 kg/m3, mientras que cuando es secada al 12 % de humedad se reduce a valores del orden de 660 kg/m3. Es ligera cuando está seca. Pesa más la madera de zonas cálidas y la cortada en invierno, aunque esto depende mucho de la localidad y época de corta.

La albura (madera en formación, más próxima a la corteza) es clara y ocupa una estrecha franja periférica que corresponde a los 3-5 últimos años de crecimiento del árbol, siendo el duramen (madera ya formada) algo más oscuro. Este resiste a las pudriciones y a los insectos debido a su riqueza en taninos, mientras que la albura es sensible a los insectos. La durabilidad del duramen expuesto al exterior es, por tanto, elevada. Puede durar muchos años bajo tierra, incluso en zonas húmedas sin ningún tipo de protección química, lo cual hace a esta madera apta para postes y estacas.

La madera de castaño presenta propiedades físicas y mecánicas muy variables. Es una madera de dureza media, como el haya, el nogal o el roble. Es elástica, tenaz y flexible. La resistencia a tracción y a flexión son elevadas.

En general presenta fibra recta pero puede aparecer en espiral (disposición de las fibras de la madera no verticales sino en forma de hélice en torno al tronco), lo que produce pulidos defectuosos. Tiene grano medio y textura áspera. En el castaño, el fresno, el rebollo y los robles, los poros de la madera forman anillos de crecimiento anual que dan un veteado flameado muy característico en el corte tangencial, que se aprecia por su valor decorativo (salvo cuando presenta pequeños nudos negros o decoloraciones debidas a hongos). Los anillos de crecimiento se aprecian a simple vista en un corte transversal del tronco porque la madera que se forma en primavera posee vasos anchos, de la anchura de un alfiler, lo cual contrasta con la madera de verano, que tiene vasos muy estrechos no visibles a simple vista.

En el castaño la madera de crecimiento rápido es más pesada, dura y homogénea que la de pequeños crecimientos. Esto se debe a que la madera producida en primavera, más blanda y porosa, se produce en una cantidad sensiblemente constante todos los años en tanto que la madera formada en verano, más densa, se produce en una cuantía variable cada año en función de las condiciones ambientales, más o menos favorables. En árboles que crecen más rápidamente se produce la misma cantidad de madera de primavera pero más madera de verano, por lo que la madera en conjunto se parecerá más a la madera de verano, es decir, será más densa.

Cuando se habla de calidad de madera en castaño hay que indicar el uso final al que se va a destinar. Según sea éste se habla de madera de calidad para uso estructural y construcción y madera de calidad para carpintería y ebanistería.

En el mercado de maderas para usos estructurales las masas procedentes de selvicultura de crecimiento rápido son tanto o más valoradas que las masas tradicionales de castaño, debido a que las primeras tienen mejores características resistentes en general. Se validan así las formas de selvicultura conducentes a obtener diámetros grandes de fuste en turno corto.

Para obtener madera de calidad apta para carpintería y ebanistería (que son los destinos en los que se paga mejor esta madera) es deseable una selvicultura basada en intervenciones selvícolas tempranas, moderadas y frecuentes, que favorezcan un crecimiento más lento y uniforme del árbol en grosor, conservando la verticalidad, porque la madera resultará más ligera y fácil de trabajar. Se recomiendan asimismo turnos no superiores a 50 años, porque con la edad aumenta el riesgo de aparición de pudriciones, fendas y acebolladuras (grietas), debido a que la madera de un árbol joven es más dura, resistente y elástica que la de un adulto.

10.2 DESTINOS Y USOS DE LA MADERA

Los destinos y usos de la madera de castaño dependen de las dimensiones alcanzadas por el árbol. El mercado de madera de castaño de pequeñas dimensiones para apeas de mina, postes y estacas es actualmente muy reducido por lo que apenas tienen salida las trozas de menos de 20 cm de diámetro.

La utilización de madera delgada, tan abundante en el monte bajo de castaño en Asturias, puede buscarse en la madera laminada encolada (piezas estructurales de madera de grandes dimensiones fabricadas con tablillas pequeñas encoladas).

La madera de más de 20 cm de diámetro se destina al aserrado en general y las mejores trozas, de más de 40 cm, se destinan a la obtención de chapa por rebanado o por desenrollo.

Debido a su durabilidad y a su poca variación en volumen con los cambios de humedad, se usa en zonas húmedas, bodegas, establos y sótanos. Por su resistencia a la intemperie se usa en exteriores para postes y estacas de cerramientos.

El castaño se ha empleado mucho en la construcción de estructuras de cubiertas de edificios y en construcción naval. Se dice que no hay madera mejor para la utilización en vigas y cabios debido a su duración, ligereza y resistencia. Tanto es así que en el sur de Galicia se llama trabe o viga al castaño silvestre de fuste recto y apto para construcción.

En los soutos, las ramas gruesas y verticales de los castaños, llamadas canas, se emplean también como elemento resistente en construcción.

Se usa en carpintería, ebanistería y suelos de madera, ya sea en forma maciza o como chapa para recubrimiento decorativo de tableros. Su empleo como chapa ha producido una subida en los precios de los castaños sanos de fibras rectas, que son los únicos aptos para la producción de chapa.

Los precios del castaño en los lugares alejados de los centros de producción son elevados, utilizándose éste solo en ebanistería, carpintería fina, entarimados, escaleras de lujo, etc. Se exporta mucha madera gallega de castaño en rollo hacia Portugal, donde se destina a la industria del mueble.

Es madera poco porosa en sentido tangencial y fácil de rajar por lo que se emplea en tonelería (fabricación de duelas y aros de barril).

Una aplicación de las explotaciones con turno de aprovechamiento corto es la de cestería, empleándose vástagos hendidos en tiras para hacer canastas de fanega y media para aceitunas, cestos altos para ropa, cunachos para frutas y para transporte de pescados, etc.

Como leña, la madera de castaño es mediocre ya que su potencia calorífica es baja. Produce mucha ceniza, quema mal, lentamente y chisporrotea al avivarse la llama. El carbón vegetal tampoco es de calidad.

El tanino se encuentra en la corteza en gran proporción. La extracción de taninos era una aplicación tradicional de la madera de castaño. Estos componentes de la madera se emplearon en la industria tintorera y en la carga y teñido de negro de la seda. También se emplearon en el curtido de las pieles.

10.3 ANOMALÍAS Y DEFECTOS DE LA MADERA

La madera de castaño presenta como defectos más frecuentes las acebolladuras, las pudriciones y los ácidos tánicos.

La acebolladura, o cebolo, es un agrietamiento de la madera que sigue la forma del anillo de crecimiento (separación de anillos) y que inutiliza la madera. Se suele encontrar en la base del tronco, que toma forma de botella, y a medio camino entre el centro del fuste y la corteza. La acebolladura es el principal defecto de los castaños recién apeados pero no suele aparecer en árboles en pie. Las acebolladuras pueden deberse a heridas provocadas por el ganado, la fauna cinegética, las heladas, los hongos o las operaciones de aprovechamiento. No obstante, las acebolladuras más abundantes no se deben a traumatismos sino a tensiones internas, para las que existe una propensión genética, y pueden limitarse regulando la competencia entre el arbolado mediante la selvicultura. La probabilidad de acebolladura aumenta con ciertos factores de suelo y clima.

Como se ve, la acebolladura se debe a la conjunción de varias causas y para tratar de prevenir su aparición se pueden dar las siguientes recomendaciones al selvicultor:

  • Evitar heridas grandes en los árboles.
  • Realizar intervenciones precoces con el fin de mantener constantes las condiciones de crecimiento (anillos homogéneos y verticalidad del tronco).
  • ealizar repoblaciones con castaño en aquellas estaciones que le sean favorables.
  • Disminuir turnos (la rajadura es un defecto típico de árboles extramaduros).

Las pudriciones pueden originarse por la mala cicatrización de heridas en el tronco y ramas. La madera con pudrición presenta una estructura granulosa que se desmenuza fácilmente, perdiendo calidad para la mayoría de los usos comunes.

Corona de pudrición en una troza de castaño.

Los ácidos tánicos provocan una posterior dificultad a la hora de colorear la madera.

Por el aspecto del tronco se puede conjeturar la calidad de la madera del castaño. Un fuste de calidad es recto, cilíndrico, sin abultamientos causados por brotes chupones, sin heridas de poda, pudriciones o fendas. La madera de castaño es de calidad cuando presenta anillos de crecimiento pequeños y regulares (homogéneos) y cuando no tiene defectos como pudriciones, acebolladuras, grietas o nudos (sobre todo los muertos y saltadizos).

Por tanto, la obtención de la madera de calidad pasa inexcusablemente por la realización de cuidados culturales como tallas de formación, podas y claras.

Por el aspecto exterior del tronco se puede predecir la calidad de la madera.

La mayor parte de los árboles de la masa crecen verticales, pero el medio puede hacerlos inclinar. Estos árboles inclinados producen un tipo de madera diferente, que en el castaño se sitúa en el lado superior del tronco y que se llama madera de tracción. La madera de tracción puede desencadenar fendas y acebolladuras.

El crecimiento normal del árbol genera unas tensiones internas en el tronco, llamadas tensiones de crecimiento, que habitualmente están equilibradas entre sí. Cuando el árbol es abatido estas tensiones se descompensan en parte, lo que da lugar a deformaciones importantes y en ocasiones pueden producirse fendas y acebolladuras.

La mayor parte de las masas productoras de madera en España se tratan en monte bajo (fustes procedentes de cepa), debido a los reducidos turnos de aprovechamiento. En monte bajo es mayor la probabilidad de encontrar madera con acebolladuras o madera de tracción debido a la inclinación de los troncos en su crecimiento a partir de las cepas.

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