Manual técnico de selvicultura del
EUCALIPTO

ÍNDICE

 

TRABAJOS PREVIOS A LA PLANTACIÓN


4.1. Infraestructura, limpieza y preparación

Infraestructuras

Toda parcela donde se vayan a cultivar eucaliptos ha de tener una infraestructura adecuada. En primer lugar debe contar con un buen acceso, tanto para facilitar los trabajos de plantación como para posibilitar la explotación del mismo. Hay que pensar que en el futuro las explotaciones de plantaciones tenderán a mecanizarse en su mayor parte, y que de nada sirve una buena plantación si no hay posibilidad de sacar la madera producida.

Las pistas y accesos necesitan un mantenimiento continuado a lo largo del turno de corta, que incluye la limpieza de cunetas, apertura de pasos de agua, o retirada de piedras y tierra. La mejor época para hacer estas labores es durante el verano, en la época seca.

Limpieza y preparación

Además de los aspectos mencionados anteriormente, los trabajos a realizar antes de efectuar la plantación deben estar encaminados a favorecer el arraigo y crecimiento inicial de los eucaliptos. Al igual que otros cultivos forestales (pinos, chopos) y no forestales (maíz) la competencia de otras plantas afecta a los rendimientos del eucalipto. Dada la sensibilidad ante la competencia de las hierbas, zarzas, tojos o cualquier otro arbusto, es primordial eliminarlo mediante desbroce del terreno. Después, debe ser preparado el terreno con el fin de remover la tierra permitiendo una fácil instalación de las raíces. Estas tareas no se realizan solamente para facilitar las labores de plantación, sino principalmente para favorecer el buen crecimiento de los árboles.

 

4.2. Desbroce

Limpieza manual por calles

El objetivo de la limpieza previa a la plantación es conseguir que la planta tenga la menor competencia posible en los primeros 2 años, tanto por los nutrientes del suelo como por la luz solar. Cuanto mejor sea el terreno mayor interés hay que tener en la limpieza previa y posterior a la plantación, puesto que la calidad del suelo beneficiará tanto a los eucaliptos recién plantados como al matorral y la hierba. El desbroce puede llevarse a cabo mediante diversos métodos.

Limpieza manual

Si se va a hacer limpieza manual, o siega en caso de estar cubierta por hierbas, hay que limpiar la mayor superficie posible alrededor del lugar donde va a ir la planta. Desde un punto de vista económico, lo mejor es realizar «calles» de 1,5 metros de ancho en las líneas donde se vaya a plantar. Este método resulta lento y menos eficaz que otras alternativas, aunque puede ser empleado dependiendo de las condiciones de la parcela. Se procurará usar motodesbrozadora portátil para la eliminación de matorral (ver capítulo 6).

Limpieza mecánica

Si la parcela es mecanizable, los costes son menores que las labores manuales y el rendimiento y rapidez, mayores. Este sistema de limpieza facilita la trituración del matorral aportándolo al suelo inmediatamente como abono en verde.

Limpieza mediante desbrozadora de cadenas

Si el matorral está alto, el empleo de una desbrozadora de cadenas arrastrada por tractor resulta imprescindible. El uso de una desbrozadora de martillos permite realizar una labor más intensa, triturando incluso leñas, matorrales gruesos y restos de tala, pero su rendimiento es menor que la de cadenas y su coste, lógicamente, mayor.

Un inconveniente de este trabajo es que no permite eliminar las raíces. La mayor parte de los matorrales desbrozados (tojos, escobas, zarzas, brezos, etc), rebrotan posteriormente, incluso con más vigor que el inicial, resultando algunos de ellos rejuvenecidos por la operación. Al igual sucede si se siega la hierba junto antes de la plantación.

El gradeo o fresado del matorral se debe usar sólo en los casos en que por el tamaño y densidad de éste la desbrozadora de cadenas no pueda realizar un buen trabajo. Pero hay que tener en cuenta que estas operaciones son bastante caras, están limitadas por la pendiente y pedregosidad del terreno y van a favorecer mucho la germinación de todas las semillas que existan en el suelo. Por ello no resultan recomendables en la mayor parte de los casos.

 Control químico de la competencia

El control químico de la competencia puede ser una alternativa rápida, eficaz y económica. Siempre ha de efectuarse conforme a la legislación vigente (tanto regional, nacional, como de la UE). Mediante un correcto uso del herbicida apropiado puede realizarse una buena labor de limpieza, tanto de pastizales (recuperación de terrenos agrícolas) como de monte. La aplicación del herbicida permite preservar durante un tiempo la cubierta del terreno, lo que contribuye a la estabilidad del suelo y minimiza posibles acciones erosivas de las lluvias.

La eficacia y seguridad en el uso del herbicida dependen de una atenta lectura de las recomendaciones de aplicación (dosis y métodos) y de las normas de seguridad que figuran en la etiqueta del envase. En caso de duda, acuda a un técnico o experto en la materia que le recomiende cómo realizar la aplicación.

El modo más habitual de aplicación, si el herbicida es líquido, consiste en elaborar el «caldo» o mezcla del producto con la cantidad de agua necesaria para realizar la aplicación. No debe confundirse la concentración del «caldo» (litros de producto mezclados con litros de agua), con la cantidad de producto por hectárea o «dosis». La concentración del caldo debe de ser la indicada por la etiqueta del fabricante, y la cantidad de agua a añadir depende de la mochila o del tractor empleado (y de la cantidad de producto).

Ejemplo de aplicación de herbicida de baja peligrosidad (glifosato)
Tipo de vegetación pastizal matorral
Superficie a tratar (m2) 500 500
Dosis (litros por ha. tratada) 4 l/ha 8 l/ha
Concentración (porcentaje de producto en volumen) 2 % 3 %
"Caldo" necesario para la superficie a tratar: 10 14
Litros de producto 0,20 0,42
Litros de agua 9,8 13,58
  • La aplicación podría realizarse con mochila de 16 l., siempre que se seleccionen la boquilla y presión adecuadas y se considere la velocidad de aplicación.
  • La presente tabla es un ejemplo elaborado para indicar cómo deben realizarse los cálculos. Recuerde que una dosis inadecuada o una aplicación deficiente harán inefectivo el producto. Consulte a un técnico experto en el uso forestal de herbicidas. En cualquier caso debe leerse la etiqueta del producto y seguir las indicaciones pertinentes

La cantidad de producto por hectárea o «dosis» hace referencia a la superficie tratada. Antes de la aplicación debe de calcularse la superficie a tratar. Nunca deben superarse los límites indicados por el fabricante.

Efectos de la limpieza química

Entre los herbicidas autorizados por los Organismos competentes (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Comisión Europea) es conveniente seleccionar los de baja peligrosidad para fauna acuícola y terrestre (clasificados como A) y con mínimos riesgos para la salud. Dentro de este grupo de herbicidas, el glifosato, y en especial la formulación comercial Roundup® Plus, es recomendable tanto por su eficacia, como por su baja peligrosidad demostrada internacionalmente. Este herbicida actúa por contacto con las hojas, y por «traslocación» o difusión hasta las raíces, eliminando las malas hierbas o el matorral al cabo de unos días, y biodegradándose al entrar en contacto con el suelo.

Para la plantación de un prado recuerde que las gramíneas ejercen una gran competencia con los eucaliptos jóvenes por los nutrientes. En este caso la aplicación de dosis entre 3 y 5 litros de glifosato por hectárea es generalmente una buena opción para efectuar la limpieza. Para asegurar su eficacia no se debe usar herbicida en prados recién segados ni cuando la hierba esta agostada. Del mismo modo es conveniente asegurarse de que la aplicación se realiza con un margen de 4 ó 5 horas antes de que pudiera llover. La mejor época del año es al final de la primavera cuando la hierba esta alta y verde, previa a la diseminación. Al secarse y descomponerse la hierba, se retrasará la germinación de nuevas plantas.

En ocasiones podría ser suficiente la aplicación del producto en fajas de 1 metro a cada lado de la línea de plantación. En otras ocasiones se requieren dos aplicaciones sucesivas, aunque pueden ahorrar posteriores labores de mantenimiento.

 Limpieza mixta mecánico-química

No todas las parcelas resultan aptas para la directa aplicación del herbicida. Para la eliminación de matorral bien desarrollado, el uso de herbicida sin desbrozar previamente es complicado, a menos que el matorral tenga una altura menor de medio metro. Por otra parte, el herbicida puede ser una solución para evitar el rebrote vigoroso del matorral o de las hierbas no deseables tras la limpieza mecánica, tal y como se ha comentado en el apartado correspondiente. Así, resulta frecuente que el tratamiento químico deba de ir acompañado por una limpieza mecanizada previa para que su resultado sea realmente efectivo.

Para que esta combinación de métodos resulte más eficaz, es necesario esperar a que el matorral rebrote tras el primer tratamiento mecánico. Cuando el matorral alcance entre 15 y 30 cm de altura, una cuidadosa aplicación del herbicida puede ser suficiente para evitar nuevos rebrotes. Esto es muy interesante si se puede planificar la limpieza previamente a la plantación. Después de desbrozar se dejan pasar dos o tres meses para que el matorral rebrote y se trata con herbicida antes de plantar. Así podemos ahorrarnos una limpieza de mantenimiento que siempre será mucho más costosa y complicada toda vez que la plantación ya se haya efectuado.

  

4.3. Preparación del terreno

Siempre que sea posible es aconsejable mecanizar las labores de preparación

 Así como el desbroce es conveniente realizarlo sobre la totalidad de la parcela, la preparación del terreno se realizará únicamente donde se vaya a plantar, evitando remover el resto de la superficie. La preparación del terreno es tanto más importante cuanto peor sea la calidad del suelo y se deberá realizar con más intensidad en suelos poco profundos, muy pedregosos o compactos.

En suelos muy buenos, frescos y profundos una excesiva intensidad de preparación no influirá prácticamente en el crecimiento de los eucaliptos, pudiendo tener efectos contraproducentes como el de favorecer el germinado de las malas hierbas o aumentar el peligro de erosión por escorrentía superficial al quedar el suelo desnudo. En este caso es más importante una buena eliminación de la competencia que una intensa preparación del terreno.

Es aconsejable mecanizar la preparación del terreno siempre que se pueda, teniendo en cuenta los dos factores limitantes a este proceso que son la pendiente y la superficie de la parcela. Los eucaliptos van a reaccionar muy bien a la tierra removida y a la profundidad a que se pueda trabajar.

El subsolado lineal suele ser adecuado en la mayor parte de los terrenos

Un subsolado lineal con separación de surcos de 3 metros, en máxima pendiente, se puede considerar un tipo de preparación válida para una gran parte de los terrenos. No es conveniente subsolar según líneas de nivel en la Cornisa Cantábrica pues debido a la alta pluviosidad es posible que estos surcos queden encharcados, lo cual resulta perjudicial para la plantación de cualquier especie forestal.

El subsolado tiene que ser lo más profundo posible. Para suelos muy pedregosos, muy compactos o con un tepe muy denso puede resultar necesario que el «ripper» o rejón lleve aletas. Ello permite abrir un surco suficiente y facilita la correcta preparación del lugar de plantación. Es conveniente levantar periódicamente el «ripper» para evitar la continuidad del subsolado, así como hacer plataformas para colocación de las plantas. Siguiendo las indicaciones referidas este método de preparación no debe traer problemas de arrastres de tierra.

En ocasiones el ripper o rejón puede llevar aletas En caso de hacer hoyos deben ser de las mayores dimensiones posibles

El tractor agrícola puede subsolar bien terrenos con suelo fresco y suelto. Para terrenos de monte, especialmente si es una extensión grande o son varios los propietarios que desean plantar, saldrá más rentable contratar una pala cargadora o un bulldozer que efectúe el subsolado. Recuerde que no debe decaparse el terreno con la pala del bulldozer, ya que se destruye una parte del suelo muy rica en materia orgánica y nutrientes.

Para plantar a una densidad de 1.600 plantas por hectárea (ver apartado 5) lo más recomendable es establecer una separación entre líneas de 3 m y entre plantas de 2 (marco regular de 3x2 m). En cualquier caso es necesario no dejar menos de 3 metros entre líneas, para facilitar la mecanización y ejecución de posteriores trabajos de limpieza y mantenimiento, y del aprovechamiento final de la plantación.

Si por motivos económicos o de acceso se tuviera que hacer pozas u hoyos, deberían ser de las mayores dimensiones posibles (40x40x40 cm). Deben realizarse con una azada de tipo 11A, con un pico soldado que facilite el trabajo en lugares pedregosos.

 

Utilice una azada de tipo 11-A, con un pico soldado para remover las piedras

 

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