Estudio de evaluación técnica de
Repoblaciones Forestales
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5. RESULTADOS POR ESPECIES

5.7. Castaño híbrido (Castanea x hybrida).

Ejemplar de castaño híbrido de tres años de edad con buen crecimiento en altura. Se han realizado 22 parcelas repartidas entre los ayuntamientos de Castroverde, Chantada, Fonsagrada, Guitiriz, Monterroso y Villalba, en Lugo, y As Pontes, Monfero, A Capela, Frades y Brión en La Coruña; con una superficie total de las repoblaciones medidas de 24,56 Ha.

Observamos que son los prados los lugares elegidos con mayor frecuencia para las repoblaciones con castaño híbrido, seguidos de las zonas a matorral. De las 22 parcelas que hemos estudiado, 10 (45,5%) eran prados, de los cuales dos ya estaban en fase de colonización por helechos y retamas. Las plantaciones realizadas donde había vegetación constituida por tojos y retamas constituyen el 41%; y el resto se distribuye entre terrenos anteriormente arbolados (1 parcela), y cubierta herbácea diferente al prado (3).

Las edades de las repoblaciones que estudiamos oscilan entre 1 y 4 años. La evolución del crecimiento en altura con la edad nos refleja que con un año, las alturas suelen oscilar entre 1,20 y 1,87 (hay que tener presente que el barbado ya suele venir de 1-1,5 m. de altura). Un caso especial en este punto es que hay una cierta tendencia a recepar las plantaciones al año siguiente de plantarlas, así, es posible encontrar parcelas con menos de un metro de altura media y que tienen 1 ó 2 años. Con 2-3 años las alturas medias suelen variar de 1,3 m. a 2,05 m.; a los 4 años es frecuente que las medias de las plantaciones superen los 2 m. Hay que tener presente que estos crecimientos tan pequeños pueden ser provocados por el deficiente enraizamiento de los barbados unido a otros factores como la situación fisiográfica, vegetación y preparación del terreno.

Figura 7.- Distribución de alturas en función de la edad.

El caso más singular está en lo que respecta a las altitudes. Si bien sabemos que la Phytophtora cinnamomi no suele atacar por encima de los 600 m., nos encontramos que casi la mitad de las repoblaciones superan esas cotas. Deducimos que esta situación está provocada fundamentalmente por falta de información técnica al propietario y no tanto por la precaución adoptada de cara a una posible infección.

Los suelos son bastante profundos, generalmente superan los 60 cm., y la textura más habitual es la franco-arenosa (41% de las parcelas) seguido de la franco-limosa (27%) .

Los desbroces que más se suelen emplear son el laboreo y el mecanizado por trituración. En lo que respecta a la preparación del terreno en la mayoría de las parcelas se realizó por laboreo, en concreto el 36,4% del total de las plantaciones analizadas, pero también son frecuentes los hoyos (32%) y el subsolado (23%).

La fertilización más frecuente ha sido con pastillas de liberación lenta (de las 22 parcelas estudiadas, 13 estaban abonadas y, de ellas, 9 han sido fertilizadas con abonos pastillados de liberación lenta) y las otras con fertilizantes granulados de liberación controlada (3) y abonos complejos de composición N-P-K (1).

La mayor parte de las parcelas tienen marcos de plantación de 4x4 ó 4,5x4 m., marcos poco apropiados para la producción de madera con esta especie a no ser que se realicen tallas de formación para evitar bifurcaciones y defectos de forma del tallo. Se ha podido observar un desconocimiento generalizado de la necesidad de realizar esta operación en el castaño híbrido. El elevado precio del barbado puede ser un factor que esté condicionando la utilización de estos marcos. Existe un total desconocimiento de los clones y por tanto de la posible aptitud para la producción de madera. Las densidades son extraordinariamente variables oscilando de 200 pies/ha a 2000 pies/ha.

Por otro lado, no parecen existir diferencias en altura media ni en porcentaje de marras con respecto a la altitud a la que se introdujeron los híbridos.

 

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